En el principio fue
el círculo.
Cuatro direcciones
pueden terminar en
el mismo lugar.
Veredas del tamaño
del suelo donde fue
creciendo junto a ti,
junto a mi,
una ciudad.
Donde el cielo luce
más celeste que en
cualquier desierto,
urbe o mar. Por qué
es todo ello, y más.
Donde el tiempo mides
con el reflejo del sol.
Ahí no podía ser de otra
forma. Ahí es atardecer.Que tus árboles apenas
y crezcan, controlados
pero animados para que
nunca dejen de alumbrarse
los pasos de tus caminantes.Pasos que bajan, suben,
se estabilizan. Pasos que
no se detienen en tu fuente
pero si al final de tu muelle
viejo que inútilmente compite
contra las aguas tan antiguas
que te han visto nacer y te
verán morir una y mil veces.
Solo una vena para tanta
sangre, solo un gesto,
un símbolo, una marca.
Adentrarse en las profundidades
puede comenzar con un sueño.
Seguir con un paso, tras otro.
Y dejar huella con todo y años.En el mismísimo tiempo que
perdura, donde las pisadas
se borran, las maderas se
carcomen, y caen, las
historias luchan, gana y
permanecen.Pues vuelven a nacer
con cada nuevo adentrarse.
Con la vista hacia el porvenir
no se teme a ningún fin.
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Atardeceres
PoetryUn lugar que trae multitud de imágenes e ideas. Vidas que son historias, historias que vienen con el soplo de aire fresco en la mañana golpeando las mejillas y se apagan cuando quema el sol su última tarde. Sitio que es momento, eterno presente do...