𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 ¿𝐌𝐢 𝐡𝐢𝐣𝐨? 』

Capitulo 26

Leo: ¡¡TÍOS!! —Aceleró su correr, sonriendo con alegría.— ¡TÍOS!

Los mutantes más grandes habían sido espectadores de todo lo ultimó que había pasada que en cuanto vieron al menor salir junto a su líder, dejaron de ver la pantalla y esperaron ansiosos a la llegada de ambos, realmente estaba pasando, el pequeño venía corriendo hacía ellos. Baxter fue quien se adelanto frente a todos para ser quien rodeara a la tortuga en cuanto el mismo llegó, siendo así el primero en abrazarlo y después formar todos un gran abrazo tanto de alivio cómo de felicidad. Claro que los mayores jamás habían tenido tanto contacto físico y menos de esa forma, sin embargo lo ignoraron esos momentos, felices de tener al más pequeño con ellos, separándose segundos después. 

Todos se dieron cuenta de la mirada triste y culpable del menor, no solo por esa situación sino por todo lo que paso antes, más que nada esa mirada iba dirigida hacía la mosca y el tigre por lo que había pasado hace solo unos días, sin embargo, todos sintieron un gran alivio al escuchar la palabra "tío" con tanta emoción otra vez. Tenían mucho que decirle pero en ese momento lo que más querían era quitar esa expresión del pequeño, Saki entendió eso pues pensaba lo mismo, más que nada desde que estuvieron en la guarida y tuvo que despedirse de los dos Hamato, les hizo un asentimiento con su cabeza, dejándolos continuar.

Bebop: Literalmente escapaste, chaparrito —Lo miró orgulloso, haciendo un pequeño baile.— ¡El tío Rocoso se pondrá muy feliz! 

Raza: Lamentamos haber venido a estas horas —Palmeó el hombro de la tortuga con ánimos.— Pero no nos arrepentimos de nada

Baxter: No te imaginas...—Colocó su mano sobre la cabecita del menor, zumbando con sentimiento.— Lo felices que nos hace tenerte aquí 

TC: Te echamos de menos. —Se agacho un poco para estar a la altura de la tortuga, sonriéndole alegremente.— Y no nos dejaste usar la dinamita, pulga 

Leo: .....—Su labio inferior tembló haciendo un puchero, soltando luego un sollozo.— ¡Per-perdón! 

Todos rápidamente negaron con ligeras sonrisas, Leo se lanzó al tigre en un abrazo que el mismo no tardo en corresponder, cerrando sus ojos y dándole unas palmaditas en su caparazón para después enderezarse aun con el pequeño en sus brazos. Ahí estaba la pulguita de buen corazón que no los veía cómo los malos, que se disculpaba por algo que no era su intención, realmente sintieron la paz regresar a su interior. El líder les hizo una seña para empezar a caminar a lo que obedecieron, siendo el menor llevado por el tigre y durmiendo un poco durante la ida a su guarida, iba a casa.

Los nervios atacaban a los últimos dos del Clan del pie, el rinoceronte fingía llorar por la indignación de que no lo volvieron a dejar ir y el pez estaba por agarrárselo a golpes si no se dejaba de quejar en los próximos cinco minutos. Durante su tiempo esperando no recibieron ningún llamado lo que los hizo preocuparse y volver a entrar en duda de que el  tal vez el niño no iba a regresar con ellos de nuevo, Xever era quien dudaba más pues de alguna manera entendía al joven mutante sobre sus dudas mientras la inseguridad crecía en su pecho, por mucho que le había costado aceptarlo, realmente no quería volver a ser odiado y menos por él. 

Estar esperando jamás pareció tan estresante y pesado, ambos mutantes no compartían mucho la palabra desde el incidente de la emboscada pues si eran sinceros no tenían mucho que decir, a duras penas mantenían conversación pero la verdad era que su amistad creció por los momentos que llegaron a tener juntos al estar al cuidado de la pequeña tortuga, eso agradecían bastante pues antes de todo ni siquiera se hablaban a no ser de tener alguna misión juntos, enserio que ahora eran más que un simple "Clan malvado".