CAPITULO 6. SUEÑO.

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- Dios, ya debía hacer efecto. ¿Calcule mal la dosis?

Sun estaba muy nerviosa recorriendo el salón como era su rutina diaria, horas antes de que se retirara Alek, había dejado estratégicamente bebidas para los hombres que estarían de guardia en la entrada de la habitación de Juno así como también para los que estarían en el corredor, en las mismas había colocado drogas que debilitaban los músculos por lo tanto la fuerza, se lo robo a algunos clientes de la casa que la usaban para debilitar a las chicas vírgenes, algo que era jodidamente repulsivo pero que en ese momento le era de mucha utilidad.

No quería ir a revisar porque si Daniel estaba ahí, tendría que reportarlo al instante y solo Dios sabia como complicaría las cosas.

Por el otro lado de la historia Daniel ya había llegado a la zona.

- Quien iba decir que una puta rencorosa me iba meter en este problema.

Susurro Daniel con una sonrisa sarcástica, empieza su travesía pasando frente a uno de los guardias que al parecer no lo vio por estar restregando sus ojos.

Cuando esta por pasar frente al segundo guardia escucha el sonido de la radio, el guardia baja la mirada para guardar la radio y lo golpea con el extintor de incendios, el hombre cae inconsciente, al instante corre y va por los otros hombres totalmente eufórico.

- Jajajaaj vengan me los voy a follar a todos jajaja.

Daniel se sentía imparable, evidentemente ese coraje solo podía venir con ayuda de Flakka.

Escuchando el alboroto afuera Runa ya estaba listo, así que tomo a Juno en sus brazos y lo acerco a la puerta cuando lo abrió Daniel ya había llegado a ellos.

- ¡¡¡¡También quieres de esto puta...!!!!

Daniel miraba a Runa mostrando sus puños, evidentemente la euforia de haber golpeado a unos cuantos guardias inutilizados se le subió a la cabeza.

- Tómalo y salgamos de aquí.

Daniel estaba alucinando como Alicia en el país de las maravillas, todo era muy fácil y divertido, pero cuando intento meter su mano en la camiseta de Juno, Runa lo golpeo en la mano con el arma de uno de los guardias que había caído.

- Salgamos a de aquí primero. Luego te daré tu premio.

Daniel sonrió con los ojos inyectados en sangre y tomo en brazos a Juno. Ambos salieron del pasillo, el ambiente dentro del salón no era muy diferente, las mujeres que habían entrado en la casa con Daniel y sus compañeros estaban luchando con los de seguridad y con todos aquellos que se entrometían.

Una de las mujeres que los había reconocido rápidamente se les acerco.

- Ustedes tres no sé qué quiten esto, cuando estén fuera del área deséchenlo.

La mujer hábilmente les ato unas cintas de seda muy visibles y los saco de ahí. Runa sabia que las mujeres que estaban ahí, literalmente despedazando hombres con sus propias armas no eran de este país, demasiado pequeñas y hábiles, ¿en serio Lior de donde sacaste estas pequeñas viudas negras?

Cuando llegaron al exterior vieron a varios hombres luchando y cuando empezaron a correr algunos hombres los perseguían, pero cuando estaban a punto de alcanzarlos iban cayendo, las cintas eran identificatorios para que los francotiradores no pierdan tiempo ubicándolos y dispararan a discreción.

Cuando salieron a la calle había dos motocicletas que le hicieron señas de luz, Runa corrió con Daniel y Juno en esa dirección.

- Runa sube.

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