Casa Azul

ESPECIAL DE NAVIDAD.

El frio invernal se había instalado, la ventisca pregonaba un año muy frio, pero a la vez muy cálido y hogareño, por la mañana muchas familias recorrían las calles de New York, cada tienda estaba llena de citadinos como de turistas.

- Quiero esta.

- Si Señor.

Lior estaba mirando alianzas.

- Estoy seguro que al Señor Juno le gustara.

- Estoy seguro.

Después de ver muchas piezas, quería una que vaya con la vida tranquila que llevaban ahora, habían pasado tantas cosas, malas, buenas y muy malas, su relación se veía en la ruina varias veces, luego volvían a unir sus corazones rotos y lo resolvían, siempre pensó que nunca pudo pedir la mano de Juno debidamente hoy será el día, hoy concretaría un deseo muy anhelado por él.

Ya fuera de la tienda se dirigió a otra donde compro dos pequeños peluches suavecitos de color marrón con moños en mariposa en rojo y en rojo a cuadros.

- ¿Son para regalo señor?

- Por favor.

- Son muy bonitos, sus hijos se pondrán muy contentos.

- Eso espero.

Agradeció a la dependiente y se dirigió a su coche será una noche buena fría, navidad era algo que nunca compartió, pero ahora tenia una familia, una familia que adoraba, cada vez que pensaba en ellos todo dolor o sufrimiento que haya pasando se iba y solo prevalecían las ganas de luchar por ellos siempre.

Llego a su oficina reviso por ultima vez algunos documentos luego fue a conversar con Dave que estaba programando su gran fiesta de Navidad siempre brillando y amando a su esposa.

- HO HO HO..!!!

- Dave ¿En serio?.

- ¿Que el traje no me queda bien?:

- ....

- Vamos di algo.

El traje estaba bien, lo que no estaba bien era que parecía un Papa Noel quitado de un calendario de bomberos, pero la razón evidente era que este Papa Noel que no era nada apto para niños iba ser para Runa.

- Solo vine a saludar dile a Runa que no es necesario que salga.

Es muy probable que ambos estén FESTEJANDO desde muy temprano. Conociendo los gustos de Dave era probable que Runa se haya dejado llevar en su juego, antes de que mas cosas vengan a su imaginación entrego un bolso de regalo.

- Saluda a Juno y a los niños de nuestra parte.

- Lo hare..... Dave.

- Si.

- Gracias por todo amigo.

- Lior.... ¿quiero besarte?

- Vete al demonio me voy.

- Jajajaj gracias yo también te amo.

Con una sonrisa en sus rostros se despidieron.

Eran casi las 20:00 horas, entre la oficina, ir a visitar a Dave y regresar a su casa había pasado casi toda la tarde, la oficina estaba algo alejada de la casa nueva, pero era lo mejor para criar niños. Juno fue quien le planteó la idea luego de cumplir el primer trimestre de su embarazo, los departamentos, aun que estaban en la ciudad no tenían un patio amplio, no podrían tener una mascota y tampoco tendrían la convivencia familiar que se tiene en un barrio, por lo que no había mucho que decidir.