爆弾 | 𝗖𝗛𝗘𝗥𝗥𝗬𝗕𝗢𝗠𝗕 . . .
── umbrella academy fanfiction
🍒 Cinco sabía que Juno era un demonio vestido
de ángel, que bueno que a él le gustaba meterse con ellos. ❞
☕︎| Volumen 1: ✓
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☕︎| Volumen 4: actualiza...
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19.━━━ ¡sorpresa, tiene poderes!
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La rubia suspiró viendo el gran tráfico ocasionado por la policía, llevaban apenas unos minutos ahí y ambas mujeres ya estaban cansadas de esperar.
Resulta que al llegar a la casa de la abuela de Leonard—alias Harold Jenkins—, no se encontraba nadie ni nada, solo el violín de Vanya en la sala, haciendo que ambas mujeres se decepcionaran y inmediato se montaran a casa en camino a casa para contarle lo poco que habían visto a los demás.
—Me comienzo a desesperar, y eso no es bueno.—espetó Juno mientras veía por la ventana, sin embargo, su vista enfocó a algo en particular.—¿Qué..? ¿esa no es la bufanda de Vanya?—inmediato Allison enfoca su vista en aquel objeto y no tarda en abrir los ojos con sorpresa.
—Vamos.—Juno asiente y se baja del auto inmediato. Juno se queda mirando aquella cinta amarilla mientras Allison va a por la bufanda, parecía ser que había pasado algo grave para que estén los policías en aquel lugar y hayan parado el tráfico de aquella forma.
La ojiverde soltó un leve suspiró para luego cerrar los ojos con fuerza cuando sintió un leve jalón en su cuerpo, como si se lo hubiera hecho ella misma, sentía como si sus músculos se contrajeran y su respiración empezó hacer más agitada. Sintió otro jalón de su cuerpo, pero este fue más fuerte, como si hubiera atravesado algún tipo de barrera.
Al abrir sus ojos, que se habían tornado rojos como la sangre, estaba de noche y se encontraba a las afuera de aquel lugar, pudo ver dos figuras acercándose y un grupo en una esquina, la rubia caminó para distinguir los rostros, sin embargo, sintió un jalón en su brazo.
—¿Juno?—Allison frunció el ceño, la rubia enseguida abrió los ojos ahora en la actualidad y le miró enseguida.—Tu nariz esta sangrando..
La rubia se pasó la mano por su nariz para limpiar la sangre y hizo una mueca.—No es nada.—trató de no alarmarla, Allison asintió con extrañeza y tomó su mano.
—Vamos.
Ambas mujeres pasaron aquel listón amarillo, y enseguida un hombre se les acercó.—Disculpen señoritas, no pueden pasar. Deben quedarse detrás del listón, hubo un accidente anoche.
