La puerta del cuarto se cerró atrás de 096.
—Identifícate. —Habló una vez más la computadora vieja. Su tono sonaba amenazante.
El Tímido no habló. Se quedó mirando al aparato electrónico con terror. Grandes lágrimas salían de sus ojos.
La cara de la computadora frunció el ceño. Pareció estar analizando detenidamente al SCP.
Solo le tomó un par de minutos para volver a hablarle al Tímido.—Eres una anomalía de la fundación. —La computadora pareció sorprendida. —¿SCP... 096? —Continuó, esperando alguna respuesta del Tímido.
El chico pálido levantó su vista. La computadora supo que había acertado.
—¿Por qué estás aquí? —Preguntó la máquina con expresión neutra.
El Tímido dejó de llorar y lo miró serio. Por alguna razón, la mirada de aquella computadora no le provocaba nada, así que se tranquilizó con su presencia.
—...M-Me perdí... —Se secó el resto de lágrimas que quedaron en sus mejillas.
La computadora calló de nuevo. Parecía pensar muy bien sus palabras antes de hablar.
—¿Los MTF te están buscando? —Preguntó la máquina.
—...¿Los guardias...? —096 no sabía que significaba "MTF", preguntó para estar seguro.
—Sí. —
—...Supongo que sí... —Respondió mirando con preocupación la puerta de la habitación.
—...Vete. —Dijo la computadora con tono cortante.
—¿Qué...? —El Tímido estaba confundido.
—MTF malvados. No quiero verlos. Vete. Vete. —Una equis pixeleada apareció en la pantalla. El tono del computador aumentó de volumen, alertando al Tímido.
—P-Pero... No sé a donde ir. Perdí a mi... amigo... —Respondió 096, tratando de hacerle entender a la computadora de que estaba desesperado.
La computadora calló de nuevo. La equis de la pantalla desapareció, mostrando aquel rostro blanco y negro. Se veía curioso.
—...¿Amigo? —Preguntó el computador, levantando una ceja.
—...S-Sí. Una... Escultura... —096 no se sabía el número SCP de su compañero, por lo que "Escultura" era la única manera que tenía para referirse a él.
—¿Escultura? —Preguntó la computadora curiosa esperando obtener más información del posible espécimen.
El Tímido se quedó en silencio mirando hacia la nada. No sabía que más decir, simplemente no le salían las palabras de la boca.
—¿Es una escultura café claro que no se mueve al mirarla? —Preguntó la máquina para saber quién era el compañero del Tímido.
096 levantó la mirada, asombrado al oír esa descripción que encajaba con su amigo.
—Sí... Ese. —
—SCP 173. Una escultura haciendo un amigo. Extraño. —La computadora habló de nuevo, bajando la mirada algo confundido. —Entonces, estás buscándolo? —Se dirigió al Tímido de nuevo.
El Tímido asintió.
—Podría ayudarte a buscarlo. —Dijo la computadora de forma amable.
—¿E-En serio? —096 se vio muy sorprendido.
—Sí. Yo igual tengo un amigo SCP. Sé lo que se siente el no estar al lado de él. —La computadora parecía haber entendido la situación del chico.
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¡¡𝙽𝚘 𝙼𝚎 𝙼𝚒𝚛𝚎𝚜!!
أدب الهواةDos seres totalmente opuestos, se hacen... ¿¡Amigos?! Algunos sucesos del lore SCP pueden haberse modificado para que la historia tenga más sentido. Todas las imágenes de esta historia me pertenecen. Contando la portada de este libro.