"Kacchan, ¿les vamos a decir sobre lo nuestro?"
Pasaron dos días después de aquella confesión. Hoy regresaban de su pequeño viaje a la playa.
"Apenas llevamos unos días siendo novios. ¿Sabes lo incómodo que será si empiezan a entrometerse? Aún no conoces bien a mi madre"
Sí, lo mejor sería no decir nada aún. Es una mujer muy intensa, por lo que hasta podía imaginármela hablando sobre casarse. Ahora que pensé en eso...
"¿Tus padres no se opondrían?"
"No. Son algo tradicionales, pero, se alegrarían tanto de que al fin me haya fijado en alguien, que ni les importaría si fueras un anciano"
Me reí ante la idea. Ahora que lo pienso, su madre una vez mencionó que le preocupaba que se quedara solo. Pues nada, punto a mi favor.
Ding dong.
"Malditos, qué les dije sobre las llaves" Gruñó, yendo a recibirlos.
"¡Katsuki, cuánto has crecido!"
"Vieja, deja de dar vergüenza"
"¡La vergüenza eres tú! Ni un abrazo eres capaz de darle a tu bella madre" Tiró de su oreja.
"Basta, basta. Te extrañé, sí" Le dio un corto abrazo, antes de hacer lo mismo con su padre. A Inko la saludó con la mano. Se encarga de meter sus maletas en las habitaciones que correspondían.
"Hola pequeño Izuku, ¿se ha comportado bien nuestro hijo contigo?"
Tan bien que tengo un pie en el cielo y el otro en la tierra.
"Sí, Mitsuki" Sonrió, yendo a abrazar a su madre cuando se le acercó.
Nos contaron sobre su pequeño viaje. Tal y como había sospechado, mamá tenía algo con ese tal amigo, puesto que a Mitsuki casi se le escapaba decirlo. Miré de reojo a Kacchan, quien se encontraba sentado a mi lado. Estaba ignorando completamente las anécdotas que nos estaban contando. Le pellizqué el muslo, pues no era justo que yo fuera el único que prestara atención a la aburrida charla.
"¿Y vosotros qué? Deberíais ir juntos por unos días a la ciudad"
"Cierto. Vente con nosotros, Katsuki. En unos días regresamos a casa" Ofreció la peliverde.
Mierda, había olvidado que mi estancia aquí era temporal. ¿Los estudios nos permitirían poder quedar para salir?
"Bien, no me parece mal. Agradezco la invitación" Fue una sorpresa para los adultos que aceptara.
"¡Mi niño está madurando!" Exclamó la madre con un orgullo exagerado. Se alegraba que se hubiera hecho un nuevo amigo.
"Me voy para no tener que aguantarte más, vieja" Recibe un golpe en la cabeza tras decir aquello.
Mamá y yo nos reímos de la situación, mientras que Masaru parecía cansado. A pesar de ser una familia tan caótica, eran una muy unida.
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Unas vacaciones muy especiales || KatsuDeku
FanfictionInko Midoriya, tras insistirle un centenar de veces a su hijo que la acompañe a la casa de campo de la familia Bakugo, al fin lo logra un día de vacaciones. Izuku, quien acepta sin saber por qué, podría acabar terriblemente decepcionado o más vivo q...