Un beso revolucionario

654 55 9
                                    

"Ya se me ocurrió una apuesta"

"Lo que sea, tan solo suéltalo de una vez"

A partir de aquí, ya deberías saber que ha caído la noche, y que por lo tanto, nos encontramos en su habitación.

"Bésame"

"... ¿Ah?"

"Bé... bésame" Ahora ya no parecía tan seguro.

Parecía más confuso que molesto, cosa que me sorprendió. Creí que diría cosas como que le daba asco.

"Yo creyendo que me ibas a pedir que fuera tu esclavo por un día o alguna mierda así, y un beso es lo que pides"

Momento, ¿no le parecía para tanto? No sabía si sentirme ofendido o contento. De por sí, solo lo había dicho por ver su reacción, para luego decir lo típico de que tan solo se trataba de una broma. Mi ritmo cardíaco se aceleró cuando se sentó en frente mía.

"Vienes a mi regazo o debo usar la fuerza"

¡Dios, ahora era yo el que se sentía castigado! No iba a poder sobrevivir a esto.

"Ahm..."

"Ha sido tu idea. Si bien es una apuesta, nunca dejo un trabajo mal hecho" Tiró de su muñeca, atrayéndolo hasta su regazo. Dejó las manos sobre sus caderas.

"Ka-Ka..." No era ni capaz de pronunciar su nombre por completo. Le temblaba todo el cuerpo, además de que no sabía dónde colocar las manos. Como si el mayor le hubiera leído la mente, las lleva alrededor de su cuello.

"Relájate, ¿quieres...?" Cerró los ojos y acercó sus labios, pasando la lengua por los ajenos, antes de iniciar el beso. Era sorpresivamente suave y lento, además de que los círculos que dibujaba por sus caderas eran relajantes.

No me podía creer que esto estuviera ocurriendo, aún sabiendo que esta vez no era un sueño. Su ligero vello facial me picaba ligeramente, y, sin embargo, combinaba extrañamente bien con el suave tacto de sus labios. No me esperaba sentir su lengua pidiendo permiso para introducirse en mi cavidad bucal, pues creí que quería acabar con esto lo antes posible.

Abrí la boca para dejar paso a su lengua, la cual con habilidad encontró la mía, abrazándola de una forma que me hizo jadear ante la sensación de que me estaba derritiendo. Sacando valentía de no sé dónde, me atreví a pasar las manos por su cabello en pequeños movimientos. Ante aquello, me apresó con más fuerza, casi abrazándome. De nuevo jadeé, involuntariamente empujándome contra su pelvis, provocándole un gruñido que comenzaba a despertarme ahí abajo más y más.

"Kacchan..." Se separó un momento para tomar aire, después buscando sus labios con desesperación. La habitación se había llenado de sonidos húmedos y de labios chocando.

Hasta para besar era perfecto. Nadie me había besado así antes, hasta podía decir que me tenía ganas. Di un pequeño salto cuando sentí sus manos por mis glúteos, apretándolos con fuerza. Ya me daba igual si terminábamos follando y el resto escuchaba, pues me froté contra su dura erección, deseando por más.

"Ya ya ya, suficiente" Fue lo primero que dijo tras romper el beso, pareciendo enfadado, aunque conteniéndose a la vez.

"¿Por qué? Sé que tienes ganas también..." Dio un pequeño salto sobre su erección, ganando un gruñido de su parte.

"Dije que suficiente" Logra detener sus movimientos al tomarlo con fuerza de las caderas. "Olvida lo que acaba de pasar. Ni siquiera soy gay. Se supone que iba a darte un puto beso y luego burlarme de ti por tu reacción, joder" Molesto, lo empuja de su regazo y se va a su cama.

Unas vacaciones muy especiales || KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora