Yo no pedí enamorarme

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Por tercera vez en el día, me encontraba en sus brazos. No dejaba de maldecir y de mencionar lo "Deku" que soy, pero, a pesar de todo, estaba siendo gentil conmigo y a veces preguntaba por mi estado.

Estaba... feliz. Incluso cuando me había dicho que no se arrepentiría, el miedo volvió cuando habíamos culminado. Temía que dejase de hablarme o que pretendiera que no había pasado nada. Algún día se lo agradecería.

"¿Aún falta para llegar?"

"Estoy cargando con dos mochilas, equipamiento, y con tu cuerpo. ¿Te ves en posición de quejarte...?" Estaba temblando de la furia. Sabía que gran parte del dolor del menor, era culpa suya. Aquello era lo que le impedía estallar.

"Solo preguntaba..." Hizo un puchero por sentirse regañado. No había preguntado por él, había preguntado porque debía ser muy pesado tener que cargar con él y con tantas cosas. "¿No deberías tomar un descanso?"

"No. Ya casi estamos"

"Kacchan, lo mismo me dijiste hace unas horas y pasaron como veinte minutos para llegar"

"Ya dije que para mí eso no es nada. Así que, hazme un favor y cállate" Era la primera vez que mandaba a callarlo sin verse enfadado. No le veía el sentido a que el menor se preocupara por él. Que se preocupara por sí mismo.

Vi el reloj una vez llegamos, y... habían pasado una hora desde que me dijo aquello. No entiendo por qué era tan testarudo. No le habría hecho daño tomarse pequeños descansos. En fin, al menos podía mover mi cuerpo, aunque, sentía punzadas por todos lados. Nos estábamos preparando para comer el almuerzo.

"Prueba esto Kacchan, lo hice yo" Con una sonrisa, le ofreció de su tenedor lo que parecía ensalada. El mayor frunció el ceño al ver la mezcla de ingredientes.

"Confundiste lechuga con col. ¿Y qué es eso negro?" A pesar de sus críticas negativas, acercó la boca para comer del tenedor. La mueca se intensificó incluso más. "No comas eso, a no ser que quieras que se te revuelva el estómago"

"Oh, vaya..." Miró la ensalada con tristeza, poniendo una mueca de asco al probar el mal sabor. Se había esforzado e incluso intentó ser imaginativo. Se quedó sin ensalada.

"... Tsk. Toma" Intercambió sus fiambreras de plástico, así dándole su ensalada y quedándose con la envenenada.

"Pero Kacchan, ¿qué haces?" Sus ojos quedaron como platos al ver cómo el mayor se comía su ensalada, como si no hubiera comido por días. Sino la hubiera probado con anterioridad, hasta hubiera pensado que estaba rica.

"¿Te hago yo preguntas? Come" Se estaba acostumbrando al sabor. Al menos ahora, le resultaba comestible. A decir verdad, ni él mismo sabía por qué las intercambió.

Con una pequeña sonrisa y rubor en las mejillas, comí de su ensalada. No entendía como es que todo lo que hacía estaba riquísimo. Podría ofrecerme un simple vaso de agua y ya tendría mejor sabor que si me lo servía yo. Dos bocadillos y frutas después, me sentía lleno.

"Comer en la naturaleza es toda una experiencia" Dijo tumbándose en la hierba, frotándose la barriga.

"Tenemos suerte de que no hubieran venido a joder las hormigas. Ya te digo que estarías opinando lo contrario" Había rociado el mantel con un repelente especial antes de colocar la comida. Era la primera vez que lo usaba.

"Ah, así que para eso era aquel líquido"

"Pues claro. No iba a ser para hidratar el mantel pff" Se mofó, picándole el brazo con el dedo.

"Deja de tratarme como si fuera tonto, hmp"

"Entonces deja de darme razones para tratarte como tal"

Unas vacaciones muy especiales || KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora