"Nuestro secreto" Parte dos

8 3 0
                                    

- ¿Era mamá?- preguntó desanimada, mientras recupera amos el paso.

- Si.- respondí guardando el celular.

- Entonces, ¿Es hora de irnos?.

- Se supone. Pero... Yo no me pienso ir aún.- respondí sonriente.

- Pero, me van a regañar.

- Mira, yo en 40 minutos tengo una carrera de autos, puedo llevarte rápido. Y luego volver.

- Pero... Yo quiero quedarme.- paro en seco.

- Pues, hay dos opciones. Te quedas, y recibiremos la regañada y castigada de nuestras vidas, o...- Guarde silencio al ver a Tyler frente a mi.

- ¿O que?.- pregunto ansiosa.

- O podemos volver a casa y luego, escapar.

- ¿Estás loco?, ¿Que pasa si nos descubren?. Tu camioneta es muy ruidosa.

- Tranquila. Yo tengo todo resuelto. Entonces, ¿Cuál te gusta más?.

- Pues supongo que escapar...- respondió un poco insegura.

- Es mejor pedir perdón que permiso.- respondí caminando asia dónde estaba Tyler.

- ¡Abraham!.- dijo una vez que me vió.

- Tyler, cuánto tiempo sin verte amigo.- respondo estrechando su mano.

- Si, ya sabes, mi mujer y los niños no me dejan mucho tiempo libre.- dijo entre risitas.

- Por eso no me caso, es más, ni novia tengo- dije de la misma forma.

- ¿A no?.- negué con la cabeza.- ¿Y ella?.- señaló a Jenny con la mirada.

- Solo una amiga.- dije mientras la miraba de reojo.- Bueno, ocupo que me hagas un favor amigo.

- Claro, sabes que lo que necesites.

- Mira. Hace unos días mi madre falleció.- hice una pequeña pausa.

- Lo siento mucho amigo, no lo sabía.- dijo posando su mano sobre mi hombro.

- Gracias.- respondí.- el caso, es que me obligó a quedarme en casa de la familia de Jenny.- la señale con la mirada.- Y, está noche me toca correr. Y quiere acompañarme. Pero sus padres no la dejarán. Y obviamente no puedo traerla de la manera en la que me vengo yo. Así que, me preguntaba si podrías pasar por nosotros.

- Oh, así que, ¿Quieres que sea tu copiloto?.- sonrió.

- No, ella no sabe nada de eso. No la puedo llevar conmigo.

- Ah, pero le puedes enseñar.- sonrió de nuevo.

- Lo pensaré, pero, ¿Si puedes?.

- Claro, solo dime dónde te veré.- le pase la dirección donde nos vería. Era en la esquina de la calle de su casa.

Salimos de la feria y buscamos la camioneta. Una vez que la encontramos, subimos en ella. La encendí, y arranque con dirección a la casa.

- ¿Puedo ser tu copiloto?.- pregunto mirando por la ventana.

- ¿Quieres serlo?.- pregunté desinteresadamente.

- Sería divertido.- volteó a verme sonriente.

- Bueno, podría darte la oportunidad.- le sonreí.

- ¿Ya tienes un piloto?.- pregunto de nuevo.

- Si.- respondí.

- Y, ¿Quien es?- Suspiré, sabía que la respuesta no le gustaría para nada.

El HuéspedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora