"Nuestro secreto" parte tres

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En cuanto llegamos a la esquina subimos al coche de Tyler. Quien ya nos estaba esperando ahí desde hace unos cuantos minutos.

Una vez que estuvimos dentro de el, Tyler arranco y comenzamos el camino de vuelta a la feria.

- Abraham...- Jenny rompió el silencio.- Pero... Sin tu camioneta, ¿Cómo correrás?.

Sonreí.- Tenemos coches especiales en la feria.- respondí.

- Osea, ¿Solo corren cuando está la feria?.- volteó a verme.

- No, corremos siempre. Me refiero a que los coches están guardados en un área especial dentro del espacio que ocupa la feria. En fechas de que esté aquí, cobran por ver las carreras.

- Oh.- dijo como última palabra.

Llegamos a la feria, bajamos y lo primero que hicimos fue dirigirnos al área de carreras. Tenía escasos 5 minutos para prepararme. Así que tenía que apresurarme.

- ¡Dios Abraham!. ¿Dónde te habías metido?, ¡Llevo horas buscándote!. ¡Se te hará tarde!.- gritó Ashley desde el aparcamiento de los autos, mientras se acercaba a mi.

Al parecer no se había percatado de la presencia de Jenny, hasta que estubo lo suficientemente cerca. Entonces, la miro de pies a cabeza. Luego me miró a mi, y por último devolvió su mirada a ella.

- ¿Me puedes explicar que esto?.- dijo sin quitarle la vista de encima.

- Será mi copiloto esta noche.- respondí retomando mi paso.

- ¿Que?.- respondió mientras caminaba detrás mío.

- Lo que escuchaste.- dije para luego caminar aún más rápido hasta donde se encontraba mi coche.

Cada uno de los autos son de cada corredor. Nosotros los pagamos, hay algunos que aún los siguen pagando. Y otros más que apenas van empezando. Y bueno, si se preguntan, en que trabajo. O de donde es que sacó dinero, la realidad es que lo hago de aquí. Aunque a la mayoría les digo que mi tía, Emilia, me manda dinero de Europa.

Y bueno, yo solo corro, y por cada carrera ganada mi trofeo es de 2,000 dólares. Aquí en los Ángeles, es algo que está estrictamente prohibido por la ley, por eso es que es muy bien pagado. Además. Tengo un negocio de viejas. De el casi no hablo, es algo que prefiero mantener en secreto.

- ¡Abraham, de verdad necesito una explicación!- Ashley interrumpió mi paz interior al pararse junto a mi, mientras acomodaba mis guantes.

- Ya te lo dije. Vivo con ella, me ofrecí a llevarla de regreso a casa. Y bueno, se me ocurrió que podría ser mi copiloto.- me encogí de hombros.

Jenny

Abraham siguió caminando, y Ashley fue detrás de él. Realmente no quería causar problemas, así que solo caminé un poco más lento, para dar tiempo a que ellos hablarán o algo así.

Entonces Tyler se acercó a ella, la detuvo y yo me frene unos metros antes de llegar a ellos. Me hice la despistada para que no se dirán cuenta de que estaba escuchando su conversación.

- Cálmate.- dijo Tyler tomándola del brazo.- Está apunto de correr, y no es para nada bueno que tenga mal humor mientras lo hace. Ya ves lo que pasó la última vez.

- Pero Tyler. ¿A caso no te das cuenta?, ¡Quiere que esa estúpida sea su copiloto en vez de que yo lo sea!. Sospecho que me está siendo, o me va a ser infiel con esa gata teibolera.- murmuró entre dientes.

- Pues... Yo no lo dudaría mucho, esta tarde vino con ella a la feria. Y estaban agarrados de la mano.- le dijo con una mirada coqueta, luego le dió un beso en la mejilla y por último se marcó en dirección a un puesto de palomitas.

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