"Corramos"

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Jenny, como cualquier persona lo haría, bajó sus mano a mi pecho, en señal de que debías detenernos. Pero en ese momento, a mi, no me importaba nada. Ese beso era lo mejor que me había paso en la vida y, por nada en este maldito mundo, pensaba terminarlo.

Así que en vez de soltarla la acerque más a mi, la besé con más intensidad. Y ella comprendió que no quería dejarla. Pero también comprendo que trataba de decirme que no era para nada correcto esto. Yo tenía novia, y estaba justo atrás de mi. Así que solo por eso, termine aquel beso.

- ¡Abraham, es hora!.- gritó Daniel desde afuera.

Con el control abrí la puerta de aquel lugar. Miré a Ashley unos segundos, ella me miraba con una cara de enfado, pero por más que trate de buscar el dolor en sus ojos. No lo encontré, pero, ¿Por qué?. ¿A caso no le había dolido esto?. No entiendo para nada si reacción, estaba enfadada pero no triste.

Finalmente dirigí mi mirada a Jenny. La cual ya se había puesto la blusa, pero que estúpido, olvide por completo que estaba casi desnuda. Le sonreí en signo de disculpa y ella solo sonrió después de rodar los ojos divertida.

- Vamos.- señale el auto con la mirada.

Tomé los cascos y me dirigí al coche. Le abrí la puerta del copiloto, y ella subió. Pero, no está tan contenta como yo esperaba. No quise decir nada mas delante de Ashley, así que cerré la puerta y entre en el auto.

- ¿Te encuentras bien?.- pregunté mientras encendía el coche.

- Eh, si. Solo estoy un poco nerviosa. La velocidad no es precisamente mi fuerte.- me miró y sonrió nerviosa.

- Lo entiendo. Yo estuve en tu lugar al principio. Por mi edad no me dejaban correr, tenía tan solo 14 años, y me pedían mínimo 16. A los 15 puse todo mi empeño en conducir.- apreté algunos botones y subí algunas palancas.- Me esforcé lo más que pude. Tyler me enseñó todo lo que se. Él creyó en mi, y me enseñó a conducir.- arranque, di vuelta a la derecha, y me posicioné en mi lugar. Era la primera vez que no sabía contra quién correría.

- Entonces, ¿Cuando empezaste a correr profesionalmente?.- pregunto mientras se terminaba de abrochar el casco.

- A los 15, faltaban escasos 3 o 4 meses para cumplir mis 16.- conteste poniendome el cinturón de seguridad.- Póntelo.- señale el suyo.

- Y la camioneta,- tomo el cinturón y lo jaló.- ¿Cuando la compraste?..- pregunto mientras lo abrochaba.

- Los cambio casa 4 o 5 meses, no los traigo mucho tiempo. Me gusta tener siempre lo más nuevo, mientras esté a mi alcance.- le sonreí en señal de que ella era mi próxima meta.

- Oh, bueno. Y, ¿Contra quién correrás?.- pregunto mirando al rededor de nosotros.

- No lo sé.- respondí haciendo lo mismo. Baje el vidrio de la ventana y llame a Daniel.

- ¿Que paso amigo?.- respondió una vez estuvo a un lado mío.

- Y, ¿El otro corredor?.- pregunté mirando de nuevo a todos lados.

- Ahí viene, lo que pasa es que su copiloto le quedó mal a última hora, y no había quien lo acompañara. Pero ya está casi listo.- respondió para luego ir al llamado del Sr. Patrick.

- Tal vez, solo tal vez, Ashley sea su copiloto.- dijo burlona viendo por el retrovisor.

- Está loca. Pero no a ese gra...- no termine ya que mire por el retrovisor, para observar lo que Jenny veía.

Ashley estaba terminando de acomodarse el casco. Aún sin creerlo, ví como subió al auto contrincante. Unos segundos después arranco y se posicionó justo a un lado mío. Bajó su espejo, y pude ver a Ashley en primer plano. Pero quedé aún más sorprendido al ver a Manuel conduciendo.

- ¡En sus marcas!,- comenzó a contar la chica que estaba frente a nosotros marcando la salida.- !Listos!.- estaba listo, nos mirábamos fijamente Manuel y yo, esperando el momento de correr y pelear por el trofeo.- ¡Fuera!.- gritó mientras bajaba la bandera.

No me tomé ni el más mínimo tiempo para ver qué tan cerca venía Manuel de mi, solo sabía que lo había rebasado, y eso era suficiente para mí.

- Abraham...- Susurró Jenny.

- ¿¡Que!?.- respondí enfadado, me molestaba que me interrumpieron, y más en estos momentos. No podía distraerme por nada del mundo.

- Chocaron...- respondió en soyoso.

- ¿Que?.- respondí casi en susurro. Poco a poco fui bajando la velocidad, me estacione, en una orilla esperando que pasaran. Y después de dos minutos no lo hicieron. No quería volver, tenía miedo. No sabía que era lo que encontraría.

- Abraham... Debemos volver.- dijo llorando. Yo aún tenía la vista perdida en el frente. Los ojos llenos de lágrimas que no querían salir, y el pecho presionado, casi no podía ni respirar.

Tomé aire, encendí nuevamente el auto, arranqué y me dirigí hasta donde se encontraban ellos. El auto estaba estrellado en un poste, las bolsas de aire se habían activado. Ya había ambulancias ahi. Me baje casi corriendo. Me acerque al auto y vi a Manuel, recargado en el respaldo del asiento, estaba sangrando de todos lado. De la boca le escurría sangre mientras me decía.

- ¿Lo logré?, ¿Mate a tu novia?.- y luego comenzó a reírse paranoicamente, hasta que por poco se ahoga con su propia saliva.

- ¿Que?.- respondí en un susurro bastante bajo. Mire al asiento donde se supo debería de haber estado Ashley, pero no estaba.

Voltee a todos lados, y no la ví por ningún lado, temía lo peor. No era precisamente la mejor novia. Y tal, ni si quiera sentía algo real por ella, pero realmente, al menos como una amiga, la quería y no quería que le pasara nada.

- ¿Dónde está?.- comencé a gritar como loco en repetidas ocaxiones mientras la buscaba por todos lados.

- Joven, necesito que se tranquilice. ¿A quien busca?.- preguntó un paramédico delante de mi.

- A Ashley Granett.- respondí con la mirada perdida.

- La señorita del accidente.- respondí un paramédico detrás de mi, voltee a verlo, y me sonrió.- El accidente fue grave.- continuó.- Ella estaba bien, pero tiene un 70 por ciento de probabilidad, de que ya no pueda caminar, permanentemente.- Sonrió forzosamente y luego se dió la vuelta para ir a checar como seguía Manuel. Al parecer no lo podían sacar ya que la parte delantera del auto se había levantado, provocando que sus pies de quedarán atorados.

Entonces se escucharon las bocinas de patrullas. Eso no es buena señal, ya que somos carreras clandestinas, por lo que nos pueden encerrar a todos, con toda la pena del mundo. Todos, tuvimos que abandonar el lugar, hasta el Sr Patrick.

- ¡Vámonos!.- le grite a Jenny, para que se subiera al coche.

- ¿Que pasa?- pregunto una vez estuvimos dentro.

- Son carreras clandestinas, si la policía nos agarra, mínimo son 5 años en prisión.- respondí mientras encendía el coche. Arranque lo más rápido que puse, salí de ahí. Y mi primer pensamiento, fue ir a la playa. Que quedaba a una hora de aquí. Apenas eran la una am., Así que teníamos bastante tiempo.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2021 ⏰

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