Infieles (+18)

◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 15 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌ (Parte Dos)

Parte Dos

— ¿Qué te dijo el hermano de Tabatha, Matteo cuando te vio?

Edmond y yo nos miramos y nos empezamos a reír, la verdad es que la reacción de Matteo fue gracioso pero lo que no fue nada agradable fue la charla que tuve con mi Padre y mi hermano en mi flat después de que Matteo fue de chismoso a contarle además ya habían salido unas fotos en una revista amarillista.

Flashback

Estoy muerta de cansancio y con mucho sueño, tuve que madrugar para una de mis clases más aburridas. Al llegar a mi flat noto algo raro mi puerta está entreabierta —me alarmo—. Con mucho cuidado y algo de miedo abro más la puerta…. en mi flat está mi Padre y mi hermano muy serios. A ellos no les importa mi privacidad y reclamarles no serviría de nada —suelto el aire que estaba reteniendo.

— Padre, Matteo —digo entrando y cerrando la puerta

— Tabatha

— Hermanita —me dice Matteo y yo cierro mis ojos para no contestarle…. odio que me diga así.

Sabía que Mateo no se aguantaría las ganas de hablar e ir con el chisme a mi familia en especial a mi padre bueno no le quedo de otra gracias al que nos sacó la foto y la publico en una revista amarillista.

— ¿Porque tengo el gusto de su visita? —digo sarcásticamente.  

— Vine a que me aclares algo —me tira el periódico con la foto

— Padre no tengo ganas de tus reclamos o pedidos por favor

— Deja de ser insolente y siéntate —me dice enojado

— Tabí, hermanita —me advierte Matteo

— No me digas así —lo miro furiosa  

— Está bien, Tabatha…. —rueda los ojos—. Papá ya sabe tu relación con Edmond gracias al periódico.

— No sabía que les gustaba este periódico

— Uh, nos encanta —me dice aún más sarcástico Matteo

— Cállense los dos y dime si es verdad eso —me dice muy seriamente—. ¿Que estas en una relación con Edmond Williams?

— Si Matteo te lo digo y lo viste en ese periódico, supongo que debe ser verdad no crees

— Tabatha no me hablas así, basta de tus insolencias y respóndeme si o no

— Si, si estoy con el —digo enojada y lo miro desafiantemente—. Listo te lo confirme…. ahora pueden irse —camino hacia la puerta, pero mi padre me sujeta del brazo muy fuerte.

Mi Padre hace que me dé la vuelta, me obliga a levantar la mirada para ver su mirada fría, reprochadora con mucho desprecio y odio, esa mirada que solo me la da a mi

— ¿Como sé que no me estas mintiendo y estas creando ese teatrito para mentirme, tal vez te sigues viendo a escondidas con ese idiota de Izan?

— Yo no te estoy mintiendo —digo con los ojos cristalizados y me suelto de su agarre—. Desde ese día yo no he vuelto a ver a Izan y mucho menos saber de él. Para mí él está muerto —me seco unas lágrimas.

— ¿Cómo estamos seguros de eso? —me dice Matteo mirándome igual que mi Padre—. ¿Cómo podemos creer en tu palabra?

— No lo sé —digo irónicamente—. Si les digo algo no me creerán, ya que mi palabra no vale nada así que ustedes descubran si es verdad o no.