◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 53 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌

24 2 0
                                    

No puedo más, no puedo más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No puedo más, no puedo más... Mark me sigue a todos lados y no me deja ni un segundo, hasta ha puesto muy nervioso a todos en la oficina incluida Ainara, que tuvo que pedirle de forma no amable que se retirara de nuestra plática —ruedo los ojos—. El único minuto o mejor dicho la única hora que estado tranquilo ha sido la reunión con la representante legar de esa marca internacional, pensé que iba a ser más difícil llegar a un acuerdo, pero fue muy rápido, ellos ya sabían lo que querían y eso hace las cosas más fáciles además que ya tenemos a la persona ideal para este proyecto.

— Tabi —entra Ainara

— Dime —firmo unas hojas y le pongo atención

— Toma —me da unos moffins y un batido de lo que parece ser es mora

— Gracias —bebo un poco del batido de mora, está delicioso.

— Tu carcelero también querrá algo —me dice con sarcasmo

— Si un poco de veneno —me rio sutilmente.

— ¿Cómo soportas a ese tipo? —se sienta y rueda los ojos

— Lo soporté por casi dos años, en mi época de adolescencia, y te aseguro que es una pesadilla.

— ¡¡Señora Williams!! —entra Mark sin permiso y se para frente a mí

— ¡¡Ey!! Idiota, no puedes entrar así a esta oficina —se enoja Aitana

— ¿Qué te pasa? Porque entras así a mi oficina —me enojo.

— Señora Williams, ya es hora de irnos

— ¿Qué? —pregunto extrañada

— Son órdenes de su madre —me mira con esa horrible mirada que hace que me dé un escalofrío.

Yo conozco esa mirada, la conozco también de las veces que me ha amenazado y obligado a cumplir muchas de las órdenes de mi madre. Sé que Mark insistirá e insistirá o peor aún hará una de sus escénicas como lo hizo hace muchos años, no puedo permitir que algo así pase o peor aún que algún futuro cliente vea esta escena —resoplo—. No hay de otra

— Está bien, en cinco minutos salgo

Ainara se sorprende ante mi respuesta, me mira extrañada y sin entender por qué acepte su chantaje. Trata de decirme algo, pero le hago una señal para que se quede callada, ella lo entiende y hace una señal de cerrar la boca —se ha enojado.

— Lo siento Ainara, pero tengo que irme —le doy los documentos que me faltaba revisar—. Ya casi todo estaba firmado y revisado —tomo mi cartera y me acerco a ella—. Solo confía, porque de verdad es lo mejor —la abrazo y salgo de mi oficina

Mark me sigue muy de cerca y los empleados que están fuera me miran extrañados y algunos hasta rumorean —ruedo los ojos—. Salgo y me abren la puerta de la camioneta, ni bien la cierran, me llega un mensaje de Ainara

Infieles (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora