CAPÍTULO 18

2 3 0
                                    

Desconocido

     Decidí ya hace tiempo que no le iba a ocultar nada a Claire y eso voy a hacer. Sé que es una chica fuerte y que una vez que le cuente lo que yo descubrí hace unos meses va a querer quemar el mundo, y yo estaré ahí para ayudarla.

    El contacto que tuve con ella me... ¿Cómo explicar lo que sentí cuando la toqué? No había sentido nada nunca parecido. Las chicas no me intimidan, de echo soy yo el que les produce esa sensación y acaban cayendo en mis brazos, fácil y rápido. 

     Caminamos durante unos minutos y llegamos a la cascada, el lugar más importante de mi vida, y sinceramente no sé por qué la llevé allí, mis pies iban solos.

- ¡Madre mía!  -  exclamó con los ojos abiertos y tapándose la boca con las manos -  nunca había visto nada parecido, es precioso  -  dijo ella. Estaba flipando, no dejaba de mirar a un lado y a otro. Yo esbocé una sonrisa por su reacción.   -  ¿Cómo sabes de esto?

- Bueno, he tenido la suerte de saberlo desde siempre.  -  ella me miró sonriendo y emocionada.

      Lo cierto es que el lugar es alucinante, nunca me cansaré de decirlo. Tiene flores preciosas por todos lados, rocas blancas esparcidas por el lugar, la cascada formaba un lago a sus pies, un lago de agua totalmente cristalina. Hay algún que otro pez en ella 

- ¿Me vas a decir ya como te llamas?  -  yo sonreí, ella no paraba de mirarme, una mirada triste, sin duda, por todo lo que había tenido que dejar atrás sin ninguna explicación.

   Además estaba claro que lo de Anne y Marie le había afectado porque no paró de llorar silenciosamente en todo el camino, no quise preguntar nada ya que sabía por lo que lloraba, las últimas 24 horas para ella han sido una autentica locura, así que no la paré, simplemente dejé que se desahogara.

   Me quedé embobado por unos segundos en su cara, detallando hasta la mas mínima marca y color, está chica me vuelve completamente loco.

<<Eres un debilucho compañero>>

    Tu culpa es.

- ¿Por qué tanto empeño en saber mi nombre Claire?  -  dije con picardía acercándome a ella, ignorando los nervios que eso me producía.

- Bueno, si tengo que verte la cara de idiota durante los próximos días tendré que saber como dirigirme a ti ¿No?  -  contestó sin retirarse ni un paso y alzando la cabeza, ya que yo le saco bastantes centímetros. 

Me sorprendí al descubrir que aunque estuviera rota, seguía ahí, enfrentándose a mí y deseando descubrir la verdad.

     Yo seguí avanzando hasta que nuestras respiraciones se mezclaban y nuestros cuerpos tenían quizás medio centímetro de separación. Me sentía más confiado, y al ver que Claire no se retiraba le puse una mano en la cintura, rodeándola y atrayéndola hasta que nuestros cuerpos estaban pegados. Ella bajó la cabeza un poco  porque estábamos muy pegados. Me acerqué a su oído y le susurré:

- Bryan, Bryan Cooper.

   Me retiré con una sonrisa de suficiencia, ella seguía con la cabeza baja y roja como un tomate.

- ¿Dónde estabas todo este tiempo?  -  susurró más para ella que para mí, pero yo la oí.

- Huyendo.  -  contesté mirando al suelo pero me fijé en que ella me miró sorprendida.

- ¿De quién?  -  preguntó 

- De los mismos de los que huyes tú.

- ¿Por qué te persiguen? ¿Por qué me persiguen? ¿Por qué nos persiguen?  -  dijo en un susurró y soltó un sollozo mirando al suelo.

LatirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora