- Anne está muy afectada, ha intentado saltar por el balcón. - no me lo podía creer, me quedé en shock. - Ey tranquila, ella está bien.
- No, no lo está. Su hermana ha muerto. ¿Cómo va a estar bien? - dije mientras lágrimas caían libres sobre mi cara. - Tenemos que ir a verla. Somos su único apoyo aquí.
- Vanessa, su madre, está destrozada. - me lo imagino, ella estaba muy pegada a sus hijas.
- ¿Cuándo ha pasado todo esto? - pregunté yo.
- Esta noche a las 5 de la madrugada o así. Te he llamado varias veces pero no contestabas.
- He... - intentaba buscar alguna excusa. Mi cerebro no funcionaba con normalidad después de esta noticia. - he perdido el móvil.
- Bueno, pues yo lo estoy viendo aquí encima. - dijo mirando hacía la mesita pequeña del salón.
- Vaya, no lo había visto. - no se mentir, pero en este momento eso es lo que menos me preocupa - Tenemos que ir a apoyar a Anne.
- Que no se hable más. ¿Sigues con el mono puesto?
- Emm.. sí, es bastante cómodo y no tenía ganas de quitármelo. Voy a ducharme y a cambiarme de ropa, vuelvo ahora. - asintió con la cabeza y yo fui a mi habitación destrozada por la noticia.
Cogí lo primero que vi en mi armario, una blusa de mangas largas celeste finita y un vaquero negro desgarrado en el tobillo.
Me fui al cuarto de baño, este estaba al lado de mi habitación. Me desvestí y me metí en la ducha de cristal con partes opacas.
- Estás bastante bien ¿Lo sabías? - mierda, no me acordaba del psicópata.
- ¡Que haces tú aquí! ¡Vete! - él estaba en la puerta del cuarto de baño sonriendo y yo tapándome aunque no creo que se viera nada por el cristal.
- No tienes nada que no halla visto antes. - dijo con las manos al aire.
- Pues mejor, vete, adiós, no deberías estar aquí.
- Que borde.
- Borde con el que te vas a chocar si salgo de aquí.
- ¿Contexto?
- Pues voy a coger esa pedazo de cabeza peluda y la voy a estampar con el borde de la acera de la calle ¿Te parece buen contexto?
- Perfectísimo. Por cierto me vendría bien un baño la verdad. - empezó a acercarse con las manos en los bolsillos y su cara de suficiencia.
- ¡Ey, ey, ey! ¡Quieto ahí! ¡Chu, chu, fueraa! ¡Ni se te ocurra dar un paso más o te juro que...!
- Que, ¿Me vas a arañar? Me presto voluntario.
- Pero... ¿Y tu quién eres? - dijo Connor en la puerta, ya lo que me faltaba.
- ¡Pero bueno! ¿Esto qué es? - les grité yo.
- He escuchado voces y he venido, supuestamente estábamos solos y me encuentro con un tío aquí. - dijo Connor con cara de no entender nada.
- Mira surfero, no me vengas de chulito. Adiós, no voy a permitir que la veas así. - dijo el loco, genio de la lampara, desconocido o como quiera que se llamáse cerrando la puerta del cuarto de baño.
- ¿Otro con surfero? Madre mía, no superáis mi belleza.
- ¡Discutid fuera! ¡Adiós a los dos! ¡Dejádme en paz! - ya se habían ido pero ahora mi preocupación era otra: que se mataran vivos en mi salón.
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Latir
FantasíaUna historia de amor fuera de lo normal. Un pueblo con demasiados secretos. ¿Serás capaz de enfrentarte a tu destino? Descúbrelo en la historia de Claire y Bryan, dos chicos que tendrán que enfrentarse a sus miedos para poder sobrevivir ¿Serán c...