(Capítulo 5)

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Dos meses después desde el ultimo capitulo.

La tierra temblaba, el ambiente era lúgubre y tenso, el cielo parecía anunciar lo que sucedería con sus lluvias y fuertes truenos que resonaban por todas partes. Entre las grandes huestes había gente rezando, otros mantenían su vista firme hacia el frente, otros sudaban frio y temblaban mientras sacaban sus armas y preparaban sus chakras. 

Definitivamente, no seria un buen día.

(Pongan el video, suban el volumen a tope y continúen)

Tras ese gran y estruendoso sonido la orden de ambas masas fue chocar contra la otra. La tierra tembló y se escucho como toda una ola de ninjas corría con velocidad para cargar contra el ejercito contrario. Los gritos furiosos llenaron el campo y los momentos poco antes del choque parecieron eternos. 

Se divisaba cientos de justus que eran realizados en todo el campo de batalla, explosiones, gritos agonizantes de hombres y mujeres, duelos encarnizados por sobrevivir unos minutos mas, extremidades sangrantes y esparcidas por todo el escenario y grandes choques de jutsus poderosos. 

La fuerte lluvia enfangaba el campo y a los ninjas haciendo que su movilidad fuera mas lenta y pesada, algunos ninjas murieron ahogados y hundidos por el fango y la gran cantidad de cuerpos que caía sobre ellos. En un momento determinado del combate, todos los ninjas restantes que seguían siendo una cantidad considerable, empezaron a luchar puramente con Taijutsu y Kenjutsu ante la sequedad de sus reservas de chakra.

El dolor de los golpes y cortes fue insoportable, todos seguían luchando tratando de sacar energías donde no había mas. Perdidos ante la necesidad de sangre o supervivencia, algunos no podían divisar que peleaban sobre montañas de cuerpos, que cuando tocabas el piso las sandalias ninjas se ensuciaban con los charcos de sangre,  que la matanza que había sido realizada se podía ver hasta donde alcanzaba la vista. 

El cielo lluvioso ahora también se encontraba envuelto en humo ante los grandes destrozos y explosiones de los jutsus, haciendo que costara respirar y en ciertas zonas divisar tus pies o incluso al enemigo. 

Una vez mas, el cuerno de batalla resonó haciendo que quien pudiera caminar saliera rápidamente del campo de batalla, se escuchaban algunos gritos de los heridos que estaban siendo salvados por sus compañeros, otros gritaban obscenidades y se juraban venganza mutuamente, y había quienes ignoraban la señal de retirada aun perdidos en el combate. 

De entre una gran montaña de cuerpos, emergió un Konohamaru que recuperaba el aliento desesperadamente y soportaba el dolor agonizante de quedarse sin su mano derecha y con una herida profunda en su cabeza y pierna izquierda. 

El Sarutobi se arrastro como pudo apartandose de la montaña de cuerpos y se recostó boca arriba para mirar el cielo oscurecido por el humo de la batalla. Escuchaba de fondo a algunos ninjas que huían del campo de batalla, alaridos de dolor a su alrededor y algunos llantos. El Sarutobi comenzó a perder la consciencia y a dejarse llevar hasta que un grito lo devolvió a la vida.

¡Konohamaru! — Grito su compañera Moegi la cual corrió y se arrodillo junto a el — ¡Konohamaru! ¿Estas bien? — Pregunto alterada ante la visión que tenia frente a ella.

¿Me veo muy bien que digamos? jeje — Respondió el Sarutobi mostrando una muy leve sonrisa. 

— No, ven, vamos...necesito llevarte con los ninjas médicos...vamos, el campamento esta cerca. 

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