luchando por nuestro amor

segundo reencuentro

Hospital...

-Señorita Candy - dijo una enfermera, haciendo qué la rubia se detuviera.

-Hola victoria ¿qué sucede?-preguntó la rubia - toma una carta para ti - le dijo entregándole una carta - gracias victoria - le dijo y viendo el remitente se fue feliz. 

En lo alto de una rama una rubia abría la carta qué recién le habían entregado y era de su mocoso engreído.

Querida Candy

Te he extrañado tanto amor, te tengo una sorpresa en esta semana estaré en Chicago daré una función, espero verte mi pequeña pecosa, cuando llegue te daré unas entradas para que vayas con tus primos y Albert espero verlos ahí, Candy amor tengo que contarte algo muy serio, pero eso sería en persona, no sabes lo mucho que te extraño cuento los días para verte mi pecosita dale mis saludos a Albert te envío muchos besos.

Siempre tuyo

Tú Terry

Terminando de leer la carta Candy suspira y se lleva la carta a su pecho.

-Terry mi amor estaré esperando tu llegada, te extraño tanto también, pero que será lo qué me tiene que decir - se dijo ella misma y bajando del árbol se dirigió a sus clases.

En la mansión

-Williams no puedes permitir qué esa chiquilla siga en esta familia - dijo la anciana Elroy qué había llegado hace unas semanas con sus sobrinos y los hermanos legan, estos al verlo le habían gritado de cosas llamándolo vagabundo y después de enterarse de la verdad el patriarca los voto de la casa y qué jamás volvieran haciendo enojar más a la anciana por lo que había hecho.

-Ya sabes mi respuesta tía y es no - le respondió calmadamente.

-Pero Williams esa chiquilla nos trae problemas, primero encontrarse a las altas horas de las noches en el establo con un joven y después irse tras él con dos hombres más - dijo sin saber que esos hombres era él y el Duque.

-Basta tía de dónde sacas eso - le respondió enojado.

-Mi niña Elisa se enteró, por qué en todo el colegio se decía eso.

-y le crees todo a Elisa - le respondió alzando la voz.

-Pues claro ella es toda una dama, no cómo esa.

-Cállate tía, no sabes nada y ya te dijo tu querida Elisa qué ella con su hermano fueron los que hicieron esa trampa a mi Hija.

-Eso es mentira ella no sería capaz.

-Ah no ya veremos - y en eso grita -Stear y Archi.

-¿Para qué los llamas?- preguntó la anciana Elroy.

-Para qué ellos mismos te digan - y en eso entran los dos hermanos Cornwell qué habían escuchado a su tío llamarlos.

-Nos llamaste Albert-dijeron ambos.

-Sí, díganle a nuestra tía qué fue exactamente lo que pasó en el colegio - les dijo el rubio y así los hermanos Cornwell le contaron todo lo sucedido y cómo su prima y su amigo castaño habían caído en la trampa.

-Eso es mentira mi Elisa no sería capaz -decía sin creer lo qué sus sobrinos decían.

-Tía es la verdad desde el primer día qué Candy entro al colegio, Elisa hizo de todo para perjudicarla - le dijo el inventor.

-Si tía lo qué dice mi hermano es verdad- secundó el elegante gatito.

-Es que no creó lo qué dicen, y de los dos hombres si es verdad.