Temporada Uno. Capítulo 2.

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Después de tanta espera, una secretaria jóven, salió de la oficina de Jean, ignorando al pelirrojo se sentó y sonrió coquetamente al celular, en cuanto se dió cuenta de que alguien más estaba ahí, ella se disculpo y le regaló una tenue sonrisa

—El abogado JeanCarlo León no se encuentra, ¿Gusta dejar un recado?.—Poniendo un bolígrafo a un lado de un documento, miró al pelirrojo detenidamente

—Yo.. ¿Cuándo estará disponible?.—El chico solamente se maldijo internamente

—Bueno.. Espere un momento, revisaré su agenda, ¿Quiere que le haga una cita?.—La señorita soltó una pequeña carcajada al observar como el chico suspiraba una y otra vez

—Claro, pero si no tiene tiempo, lo entenderé.—¡Tanto fue su espera de dos semanas y no está!

—En ese caso, lo haré, puede irse.-Antes de que el chico se fuera ella lo llamo —Soy la secretaria del abogado JeanCarlo León, mi nombre es Darian Rojas, fue un gusto hablar con usted.—

No hubo respuesta, salió con una tristeza reflejada en su rostro, quería golpear algo, aunque no lo culpaba, ser un abogado prestigioso es muy cansado, que ven para acá, ve para allá, has esto, has el otro, resuelve esto, resuelve aquello

Definitivamente se merecía unas buenas vacaciones, descansar, alejarse de todo por unos cuantos días, relajarse, quitarse el estrés de todo, estar en un lugar lejano de la ciudad, uno donde nadie lo moleste, donde el haga y deshaga

[....]

Estaba tomando vino, su copa la tenía entre sus dedos, en la otra mano, estaba su cigarro, alzó esa mano y le dió una calada al cigarrillo, saco el humo de su boca y sonrió, imaginando que ya se encontraba casado, se preguntaba.. ¿Cómo sería su vida?¿Estaría igual de relajado?

Mientras pensaba en aquello, miraba por su ventana, le gustaba estar sentado en frente de esta, admirando a las pequeñas aves, quería que el día durará, pero tristemente no sucedería

Al percatarse que el vino en su copa se había acabado, se levantó, no sin antes apagar su cigarrillo con el cenicero de cristal, se fue directo hacia la cocina, quería que alguien estuviera ahí, alguien que él amara, que el quisiera tan profundamente, pero.. ¿Quién? No tenía a nadie, y solo de pensar en su día de mañana le dolía la cabeza, así que mejor optó por dormir

—Ah..Ojalá encuentre el amor, y no me case solo por herederos.—Fue lo único que dijo antes de caer en su largo sueño

Y claramente en la actualidad solamente se casan por todo, menos por amor, se casan por dinero, por querer herederos, por fama, por diversión quizá, pero no por amor, no por ese bonito sentimiento en su corazón, no por se casan por querer a esa persona, ya no, ya cambio todo y todos

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Espero les guste esta historia :]

Hasta la muerte mi querido Isaza...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora