✞︎ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕮𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔 ✞︎

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Sentirse utilizado, maltratado y humillado, era todo lo que Mauro había experimentado en carne propia en tan poco tiempo, y era tanto el dolor que sentía, que empezaba a olvidar su propio nombre y de dónde venía...

Y si alguna vez fue feliz y estuvo lleno de amor y alegría, no como ahora que todo su mundo había terminado por oscurecerse, dejando atrás una vida llena de satisfacción y de demasiadas ganas por tratar de ayudar a los demás por medio de sus buenas acciones.

Pero ahora todo eso quedó en el maldito olvido, y a Monzón le dolía demasiado, ya que nunca se imaginó que un ángel que serviría para proteger a los humanos del mal, podría terminar en las lamentables condiciones en las que él se encontraba ahora mismo, y todo por desobedecer las normas y reglas de su hogar.

Cruzar más allá de los límites del cielo estaba prohibido por algo.

Cruzar y tratar de ir más allá de los límites del cielo estaba prohibido por algo.

Cruzar y tratar de ir más allá de los límites del cielo estaba prohibido por algo.

Y él había desobedecido eso, y ahora tenía que afrontar las consecuencias de sus pelotudos actos sin "aparente" sentido alguno.

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Mauro. una voz lejana llamó al ojiverde, quien permanecía en una enorme oscuridad como para poder darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Mauro. llaman a Monzón nuevamente, quien hace todo lo posible como para volver en sí y tratar de averiguar quién pronunciaba su nombre con tanta insistencia.

¿Th-homas? Monzón murmura desconcertado, extendido sobre la cama de Spallatti, completamente desnudo y con algunas gotas de sangre a su alrededor, siendo únicamente cubierto por sus alas. ¿Th-homas? dice nuevamente el nombre de su amigo, con las esperanzas de que todo esto fuera una horrible pesadilla.

¿Quién mierda es Thomas. Tiago pregunta de inmediato, pareciendo estar demasiado celoso con que su ángel llamará de una manera tan desesperada a alguien más que no era él.

Th-homas, Th-homas, Th-homas. solloza, creyendo con que pronunciar de manera insistente el nombre de su amigo, este vendría a llevárselo de nuevo a casa, a pesar de no saber si sería bienvenido en su hogar.

¡Cállate! Pacheco exclama iracundo, haciendo que el contrario solo se encoja en su lugar mientras suelta un par de sollozos lastimeros. Pero qué estresante que sos. se queja, acercándose al peliblanco, quien hace todo lo posible para no gritar de dolor y miedo al mismo tiempo. Al parecer Matías jugó mucho con vos. comenta "divertido", algo que solo le causa repulsión al ángel. Aunque espero que no te hayas acostumbrado a sus manos, porque vos seguís siendo mio, y quiero que gimas mi nombre por la eternidad. indica, tomando al otro entre sus brazos, dándose cuenta de que se encontraba totalmente desnudo, algo que lo hace sonreír con cierta malicia. En tu estado actual me dan demasiadas ganas de tomarte ahora mismo, pero no deseo que mueras tan pronto. confiesa observando con detalle el cuerpo del contrario. Así que vámonos de aquí, para que puedas recuperarte un poco más. anuncia, para después chasquear sus dedos y desaparecer de los aposentos de Matías, para reaparecer en los suyos, en los cuales se iba a encargar de curar a su lindo y bonito angelito de juguete.

𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗼𝘀 : ʟɪᴛɪᴀɢᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora