Tenue

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Toc, toc, toc

Llamé a su puerta con insistencia, hacían ya, unos cuantos días desde que no había visto, o tan siquiera conversado con Henry.

Toc, toc, toc

Hacía mucho frío en este lugar ¿Cómo era que antes no había notado que el clima fuese de esta manera?

No había nadie, nuevamente, estaba ausente, parecía evitar por completo aquel lugar que tanto le costó llamar hogar.

Me cuesta conciliar este ambiente, me resultaba un espectro frío, casi descolorido, desprovisto de mucha vida ¿Es acaso esto lo que siempre veían? Las calles de brisa fría siempre habían sido las mismas, siempre había hecho el mismo recorrido, siempre había dado los mismos pasos, pese a ello, si contrastaba con aquellas memorias, observando desde ambos en simultáneo, no lo concebiría como la misma imagen.

Pero es que de verdad...

Vi algo en una pared, relucía en cierta forma, contrapunteaba en otra, pero aquello era lo primero que captaba mi atención en estas horas.

—Rice —Pensé en voz alta.

Aquel mural presentaba un grafiti, donde claramente observaba algo, hostilidad, profesaba odio abiertamente, un implacable mensaje que estaba a los ojos de todos. El odio hacia el apellido Rice, tenía ya un tiempo, estaba un poco viejo, curiosamente, en todos estos años que esto estaba, no había indicios de que lo repintaran, que lo modificaran o intentaran cubrirlo, estaba ahí, a la vista de todos, era una opinión general, incuestionable.

Encontré a Henry un tiempo después, un tiempo después en un local, un restaurante, su favorita sin duda, había abierto hace ya algunos años, antes que todo aquí se fuera por el caño, abrió bajo la premisa de una estética más natural, acercado a la vegetación y las plantas. En lo particular, no era del todo parte de mis gustos, estaba muy iluminado desde luego, era particularmente vistoso en la noche, era un espacio amplio, pero puesto de tal forma que me hacía sentir que era más angosto de lo usual. Decorado con enredaderas y plantas, en su momento eran radiantes y pese a que seguían bien cuidadas, no era igual.

—Hey bro!

—Hey

—Ha pasado un tiempo desde que fuimos a aquella fiesta ¿Todavía tienes la resaca?

—No, para nada.

Sus ojos...

—¿Has hecho algo estos días, o tienes algo que hacer?

—No, para nada, estoy libre.

—Perfecto, porque hoy, hay una fiesta donde Víctor, y ambos estamos invitados.

—¿Fiesta de Víctor?

—Sí, por muy extraño que parezca, dice que es una reunión, pero igual creo que la podríamos pasar bien.

—N... —Titubeó—. Sí, claro, vamos. Solo espera aquí, tengo que ir al baño.

—Bien.

En ese momento, veía mi alrededor con cierto desdén, en cierta forma estaba agotado, y eso que en realidad no había hecho mucho este día, era ridículo. Escuché un sonido en la silla frente a mí, volteé creyendo que era Henry quien había regresado y estaba listo para irnos, pero en lugar de eso me topé de frente con la ondulada cabellera pelirroja del investigador, o al menos eso creía que era.

—Te ves fatal ¿Seguro que estás bien? —Inquirió Roth.

La verdad era, que la última noche, en la que había pasado por aquel susto, el cual me había dejado tal impresión, que me costó dormirme, siempre me despertaba, pensando en aquel momento, en que se volvería a repetir, generándome cierto insomnio. No pensé que por no dormir bien un par de días pudiese tener un cambio notable.

AcluofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora