Capitulo 7 : Unidos

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El día del secuestro....

POV Favre

Mi bomba cardiaca late a un velocidad alarmante contra mi tórax, camino por el pasillo que me lleva a la escalera doy un paso sobre el primer escalón para descender del segundo piso, no me quiero tardas por el apuros, empiezo a dar zancadas saltándome espacios para llegar a la primera planta, como puedes estar feliz un momento llegando a tu casa para después con simples palabras de las que no tienes un contexto claro te descoloques al punto de no saber si estas despierto o en una pesadilla.

Lucian esta mañana parecía bien, tranquilo, sonriente y alegre como todos los otros días desde los dos años casi cumplidos que lo conozco, es casi imposible pensar en el haciendo algo malo, su estado nos es desconocido y su paradero por los hechos no parece ser bueno.

No teníamos una razón concisa de la postergación de el encuentro para arreglar si el dichoso proyecto de Biología sería un experimento de embotellamiento simulando un ambiente de presión atmosférica para generar la aparición de nubes o si hacemos extracción del ADN de un Tomate, no tengo nada contra el vegetal puede que sea interesante pero mostré mas interés desde el principio por la simulación nubosa comprimida.

Pudimos haberlo cuadrado entre clases pero siempre surgía algún cuento, lavarme las manos sería muy hipócrita de mi parte, yo también tenía cosas que contar pero si en ese entonces hubiese presentido que algo asi podría pasar no dudaría en escudar a mis amigos con todos lo medios posibles hasta deberle favores a mi hermano mayor, Silvain para que me prestara su camioneta a diario, convertirme en el chofer de todos los Revoltosos no es que sea la solución permanente a un problema del calibre planteado por mi.

Ahora resulta gracias a mi bocotá todos tienen la idea de un secuestro, pero es que aunque odie la jodida verdad todo apunta a uno. No podía decir mentiras el, puede que sea la persona mas recta que conozco, ni deja que nosotros las digamos tal vez esa fue una de las causas que me hicieran admirarlo claro nunca se lo diría.

Camino por la sala para tomar las llaves del porta llaves en el garaje, pasando por el viejo sofá de mama color beige disminuyo mi velocidad, mi mirada no se aparta de ese vejestorio, se solía sentar Lux cuando venía, en el de al lado mas moderno de cuero negro casi siembre era tomado por Ragnar y como tiene dos puestos en el otro era ocupado por Yasahiro, por ultimo el de borgoña con espaldar movible era el mío, nos quedábamos haciendo cualquier cosa por horas.

Tantas insignificancias que resulta eran lo que les daba ese toque especial a los recuerdos menos apreciados hasta el día en que ya no esta lo que los hacían únicos, Unice cuando venía se colocaba junto a mi en el posa brazos, cuando llegaba alguien mas de mi casa se cambiaba a mis piernas, las primeras veces me dio risa después me acostumbre, Yarely se quedaba con Lucian en el mismo lugar dado que el era de una complexión delgada dejaba mucho espacio que lo acaparaban las caderas de Yare.

- Ey que te paso Marciano parece que fueras a llorar - salgo de mis souvenir para encontrarme cruzando al otro lado de la estancia una figura sombreada a contra luz muy reconocible solo dos o tres centímetros mas alto que yo, brazos musculosos como un practicante de boxeó, con dificultad intento verlo por la sombra escondiendo parcialmente su cuerpo, sus ojos celeste emiten suficiencia típica de un imbécil, su rostro es similar al mío pero su expresión es muy distinta en comparación a la que adopto cuando observo a los demás.

Tiene una sonrisa cretina marcando su cara con malicia, hace que me de cuenta debo tener realmente los ojos llorosos, desvió la mirada para darme cuenta de algo, me deje de mover desde que empecé a recordar, estuve despistado mirando a los sofás todo este tiempo. 

Me deje sobrepasar por mis emociones, hasta no dar con el debo mantenerme positivo por los chicos.

- No puedo decirte ahora - suelto para darle la espalda no sin antes parar un poco mi vista en los muebles para tener los recuerdos frescos en mi mente, espero eso baste para tener fuerzas y con eso vuelvo a caminar - apropósito tomare tu camioneta - no fue una petición trate que quedara explicito no volteare a verlo pero tengo la certeza debe tener las cejas alzadas casi tocando su depilado cabello - se lo rapo no se con que propósito, tampoco me importa - retomo a la cochera nuevamente.

Penumbra ResplandecienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora