》WOLF EYES: El Comienzo《 •KOOKMIN•

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El peso de su cabeza le hacía doler el cuello, la incomoda posición en su espalda y el movimiento de su cuerpo sin sentir el suelo contra sus pies le llevaron a tratar de abrir de poco a poco sus ojos. Un rostro se asomo por su visión algo borrosa y la oscuridad de la noche. Jungkook le cargaba de forma nupcial, sentía sus grandes y fuertes brazos en sus piernas y cintura, sin olvidar del gran y duro pecho en el que se estaba recargando.

Su mirada ascendió hacía el cuello en v de su camiseta negra hasta llegar a la marcada y masculina mandíbula de este, podría cortar cualquier cosa con ella. Los ojos negros del alfa le miraron con tanta intensidad que de inmediato apartó su mirada de él.

¿Qué le pasaba? ¿Por qué de un momento a otro ya ni podía verle a los ojos sin sentirse ansioso?

-Despertaste. ¿Cómo te sientes?- Preguntó primero Jungkook mientras acomodaba a Jimin entre sus brazos.

-¿Qué pasó? En un momento estaba en el pasillo esperándote y al otro un sonido estridente me hizo doler los oídos, después de eso no recuerdo nada...

-Te desmayaste cuando use la voz de mando, lo siento, yo no sé controlarla. Ni siquiera quería usarla pero temía que Hunter pudiera hacerte algo.- Confesó con sinceridad ante el castaño.

-Te pediría que me expliques mejor pero no aguanto la cabeza.- Volvió apoyar su cabeza contra el pecho del lobo.- ¿Dónde está Hunter, él está bien?

Escuchó un suspiro pesado.

-Él está bien, no te preocupes yo me encargaré de él.

-Eso no suena muy bien...

Jungkook le volvió a mirar para después echarse a reírse junto a Jimin. Duraron minutos riendo hasta que Jungkook paró frente a la puerta de su apartamento. Antes de poder bajar de los brazos del lobo y agradecerle por llevarlo a casa, la puerta fue rápidamente abierta dejando ver a su novio con una cara sorprendida.

-Will.- Habló a la vez que ponía los pies contra el suelo.- No sabía que estabas aquí.

-No, salí tarde del trabajo y quería venir a verte.- Su novio no despegaba los ojos del lobo.

Jungkook se mantenía callado analizando mejor al hombre que tenía enfrente. Complexión media, blondo, ojos verdes y barba, alto pero no tanto como él, parecía tener treinta y tantos y era el mismo hombre que había visto junto a Jimin en el super mercado. Su pareja.

La tensión acrecentaba al pasar los segundos con esos dos solo mirándose entre si en una batalla fija que se rompió con la palabra del mayor de los tres.

-No tuve el placer de conocerte cuando trajiste aquella vez a Jimin a casa, niñito. Soy Will, el novio.- Le ofreció la mano.

-Jungkook, amigo de Jimin.- Estrecho fuertemente.

-Jungkook, gracias por traerme, mañana podemos ponernos de acuerdo en la parte final del trabajo.- Murmulló entre dientes el castaño mirándolo con los ojos abiertos y una sonrisa forzada.

-Ah si claro, nos ponemos de acuerdo mañana.- Concordó con fuertes asentimientos de cabeza.

Cuando Jimin se adentró al apartamento, el lobo estaba por irse cuando una mano le detuvo. Will seguía en la puerta y le miraba serio.