Nueva Orleans

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El vuelo hasta Nueva Orleans se me hizo eterno, y cuando aterricé descubrí lo maravillosa que era esa ciudad, el aeropuerto era un poco caótico, había demasiada gente entrando y saliendo de un sitio hacia otro, y solo respiré aliviada cuando vi un hombre de unos 30 años con un cartel que rezaba "Mrs Forbes-Salvatore"
No pude evitar sonreir, eso solo podía ser idea de Klaus.

El hombre vestido con un traje negro me guió hasta un coche, bastante lujoso y tras un trayecto de unos 15 minutos llegamos al barrio francés, era muy diferente al resto de la ciudad que había podido ver, las calles decoradas con colores vivos y un ambiente de celebración.

El coche paró frente a un complejo bastante grande, donde en la puerta esperaba Klaus.

-Hola amor- saludó
-Hola- respondí cogiendo mis maletas
-¿Como ha ido el vuelo?- preguntó interesado
-Bien, muy tranquilo- contesté
-Vamos, tengo que enseñarte la casa- dijo andando hacia el complejo
-Así que esta es la morada de los Mikaelson en Nueva Orleans- comenté
Era preciosa, y aunque tenía una decoración antigua la armonía que se respiraba en aquel lugar era perfecta, yo siempre me había interesado por la decoración y el diseño de interiores, y nunca había visto un lugar así.

La primera planta contaba con un patio en donde había varios sillones y sofás, también había una fuente en el medio de este, en uno de los laterales había un escalera que subía a la planta de arriba donde supuse que estaban las habitaciones. Intuí que la casa seguía más sala de este primer patio, pero desde donde estaba no podía ver más allá.

Una vez dentro nos recibieron Hayley, y dos chicas más, una rubia de pelo corto y otra morena de pelo rizado.

-Caroline ellas son Freya, mi hermana mayor y Keelin, su pareja- presentó Klaus- y a Hayley ya la conoces- terminó riendo
-Si, hola chicas encantada de conoceros- dije
-Igualmente Caroline, Niklaus nos ha hablado mucho de ti- respondió Freya
-Caroline, debes estar cansada, déjame que te muestre tu habitación.

Subimos por la escalera que había visto al entrar y entramos en una de las primeras habitaciones, tenía una cama enorme, un pequeño tocador y dos puertas, una supuse que daría al baño pero la otra no tenía ni idea.

-Bienvenida- dijo Klaus
-Es preciosa, muchas gracias- agradecí
-Esta puerta es el baño, y está conecta con la sala de estar y el despacho- explicó- bueno te dejo que te instales, por la tarde quiero enseñarte cada rincón de esta ciudad.

Se le veía muy contento y eso me gustaba porque a pesar de todo lo que había hecho en el pasado había cambiado.

Deshice las maletas y empecé a meter la ropa en el armario, después investigue un poco la casa, fui a la sala de estar, al despacho, y descubrí una sala llena de cuadros y caballetes, el estudio de Klaus.
Investigué un poco los diferentes cuadros, y descubrí uno que representaba una mujer rubia de espaldas al mar, en ese momento de su cuenta, era yo, Klaus me había pintado a mí.
-Vaya, veo que has terminado. ¿Te gusta mi estudio?
-Si, eres un artista y estos dos cuadros me gustan especialmente- dije señalando uno de un paisaje y el de la chica.
-El paisaje lo hice poco después del nacimiento de Hope, y el de la chica, cuando me fui de Mystic Falls, nunca he olvidado de lo que vivimos- dijo acercándose
-Klaus...- susurré
-Lo entiendo, tú tienes tu vida en Mystic Falls y no debo interponerme, no te preocupes- dijo
-Klaus, no es eso- dije seria
-Caroline, de verdad, está bien- añadió
-Klaus, no lo entiendes- dije acercándome y besándole
Fue un beso muy dulce y apasionado, llevaba un tiempo queriendo hacerlo, pero no me había atrevido hasta entonces. Solo nos separamos cuando sentimos la falta de aire.
-Vaya...- dijo Klaus, lo que me hizo estallar en risas
-¿De que te ríes?- preguntó riendo también
-No sé, pero no puedo parar.
Klaus volvió a besarme, y mientras nos besábamos noté como sonreía feliz, me atrajo hacia si poniendo su mano en mi cintura y andando hacia mi cama.
-Klaus, Klaus para por favor, pueden escucharnos- dije- y por mucho que desee hacer esto tienes una ciudad que enseñarme- terminé
-Tienes razón lo siento, igual he ido muy rápido- se disculpó
-No, si no pasa nada, pero ya tendremos tiempo de esto más adelante, cuando hayamos solucionado todo lo que tenemos entre manos- dije

Salimos del complejo después de despedirnos, y paseamos por el barrio francés, fuimos a comer al Rousseau's un bar que era muy conocido allí, donde Klaus me presentó a Vincent, un brujo muy poderoso en Nueva Orleans.

-Vincent, ¿una mesa para dos?- preguntó Klaus
-Donde queráis- respondió
Me dió la sensación de que no le gustaba tener a Klaus en su bar y de que no eran precisamente amigos.

Klaus retiró una de las sillas para que me sentase y yo se lo agradecí con una sonrisa, pedimos una ensalada de quinoa con queso de cabra para compartir y una botella de vino.

-Brindo por los reencuentros y las segundas oportunidades- dijo levantando su copa de vino
- Salud- dije invitando su gesto

Terminamos de cenar y después de un pequeño paseo por el barrio francés, volvimos al complejo. Freya, Hayley y Keelin estaban sentadas charlando y cuando llegamos nos unimos a ellas.

-¿Que tal la comida?- preguntó Hayley
-Muy bien- respondí
-No es por agobiar, pero creo que podríamos empezar a trabajar en como deshacernos de The Hallow, ya hemos pasado demasiados años separados- intervino Freya
-Tienes razón- la acompañado Hayley
-Tengo todo en el despacho de arriba, ¿subimos?- propuso

Una vez sentados en el despacho Freya resumió las novedades que había

-Después de haber investigado mucho, creo que he encontrado la forma de acabar con The Hallow, la única forma de acabar con ella es meterla en un cuerpo y matar ese cuerpo, con un arma impregnada de la única sustancia que es venenosa para ella, tu sangre Hayley- dijo refiriéndose a la nombrada.
-Bien, meterla en mi cuerpo, yo me sacrificaré- intervino Klaus
-No, ni hablar- dijo Freya- esto lo hacemos para poder reunir a la familia de nuevo, y no voy a permitir que uno de vosotros muera.

Discutieron sobre cómo hacerlo y a quien elegir pero no se les ocurría nada, hasta que algo dentro de mi se encendió y se me ocurrió una forma de solucionar todo esto.

-¿Y si el sacrificio fuese una bruja?- pregunté
-Podría funcionar, ¿tienes algo en mente?- preguntó Freya
-Solo si me aseguras su seguridad
-Por supuesto, lo que esté en mi mano, ¿de que se trata?- prometió
-Una de mis hijas, son brujas del aquelarre Géminis, es una bruja con mucho poder aunque aún no lo controla- comenté- ¿Habría alguna forma de mantenerla viva?
- Por supuesto, si intruzco su esencia en un objeto y utilizamos su cuerpo con el cuchillo encantado no tiene porque sufrir ningún daño, y si se la cura con sangre de vampiro el cuerpo se recuperaría y podríamos volver a introducir su esencia en el cuerpo nuevamente- explicó Freya
-Si me prometes que estará a salvo, que sea Lizzie- sentencié
-Lo prometo- respondió

                                      ~~~~~

Este capítulo ha sido más largo pero sería explicar bien el proceso para acabar con The Hallow y no dejarme nada en el tintero.

Como siempre gracias por apoyar la historia y cualquier sugerencia en comentarios.
❤️

Segunda oportunidad ❤️ |Klaroline|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora