-Todo lo que le he contado a mamá es tan cierto como que me llamo Wendy- miento
-Te repito que no te creo, y además estas muy rara, y te he estado observando atentamente, y te veo más triste, rara y cambiada- me espeta-Pues estoy como siempre, y no me ha pasado nada raro que deba contarte, el que seas mi hermana mayor no significa que puedas manejarme a tu antojo y no pensar en lo que a mi me importe.
-Siempre he estado ahi para ayudarte en todo lo que has necesitado, siempre me has contado tus problemas, se todo lo que sufriste cuando papá murió y se que todos hemos sufrido por ello.
Rompo a llorar y esa es la prueba clave que me delata ante mi hermana.
-Sabía que algo te pasaba. Cuéntamelo e intentaré ayudarte en lo que pueda y actuaré como la hermana mayor que soy.
-Pues Helen me engañó e izo que me ilusionara con un chico, Dylan, para luego decirme que era mentira y reirse de mi delante de todo el instituto y ahora soy la marginada del centro y todos se rien de mí. Hoy cuando fui a sentarme en mi pupitre me quitaron la silla y caí y me amenazaron para que no dijera que habían sido ellos.
Ya te lo he dicho, ¿contenta?-Estoy a cuadros- me dice sin apenas palabras.
-Normal, ¿cómo crees que me siento yo?
-Ni idea, nunca había escuchado algo tan retorcido y descabellado, eso es acoso escolar, ¿sabes? Los podrías denunciar a todos y hacerlos pagar.
-No haré nada de eso, esto se quedará así, por ahora, claro.