4. Aiko-Alone

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— Buenas noches Aiko, te ves muy bien está noche. — me dijo Kisaki.

— Gracias, lo mismo digo.

— Vayamos a la limosina. — dijo Shuji.

Él me tomó de la cintura y bajamos hasta la calle para entrar en su lujuso vehículo.

Me senté a un lado se Shuji y frente a Kisaki, también había un hombre extraño a su lado, de inmediato lo reconocí.

— ¿Hitoshi? — él esquivó mi mirada.

— Ah, si, trabaja para mí. — dijo Kisaki.

Apenas cinco minutos después de que avanzaramos el silencio incómodo empezaba a molestar.

— ¿Podrían poner música? Odio el silencio y es lo menos que harían por mi. — dije y Shuji asintió.

— ¿Qué quieres escuchar?

— Me gustaría escuchar una canción de... Nirvana.

— Oh, claro, debí saberlo.

Rápidamente se empezó a escuchar "Come As You Are" y sonreí recordando que esa era la canción favorita de Akiro.

— ¿Aún amas Nirvana? — preguntó Kisaki.

— Jamás dejaré de amar a esa banda...

***

2005

Aiko regresaba de otro pesado día de clases y esta vez esperaba no encontrarse con su hermano en medio del piso de la sala. Para su suerte, no estaba drogado a mitad de la sala.

Escuchaba música mientras reparaba el tostador que hace poco se había roto.

— ¿No te cansas de esa canción? — preguntó Aiko.

— Es mi favorita, ¿Cómo te fué? Veo que está vez no peleaste.

— Me fue normal y si, como te lo prometí ya no peleé.

Aiko dejó su mochila en su habitación y se sentó en la mesa observando el trabajo de su hermano.

— Buena chica, estoy orgulloso.

Aiko no había peleado porque honestamente tenía mejores cosas que hacer. Como entrar en una alianza con la Toman, pandilla que recientemente había tenido un incidente con Moebius y su amigo Shuji estaba realmente involucrado, sabía que ese tal Kisaki tenía algo que ver también y lo descubriría.

— En tu cumpleaños, ¿Qué te gustaría hacer? — le preguntó Akiro.

— Me gustaría quedarme contigo todo el día, disfruto mucho de tu compañía. — respondió con una sonrisa.

— Entonces si es lo que quieres, eso haremos.

***

2017

— Ya hemos llegado.

Antes de bajar pude mirar por la ventana un lujuso restaurante. Shuji me ofreció la mano y la la acepté sin resistencia.

Pecado ;; Hanma ShujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora