Parte 4.

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— Y dejas esto hervir con el azúcar.

— Entiendo, entiendo. — Denki estaba emocionado, era la primera vez que cocinaba algo, y por como le había dicho Bakugō minutos atrás, le estaba quedando perfecto.

— Ahora, tu pon atención a eso y yo lavo los platos.

Denki se quedó viendo fijamente la estufa, Bakugō simplemente negó con una sonrisa tomando todo lo que ensuciaron y dejándolo en el lavaplatos.

El eléctrico tarareaba una suave melodía mientras esperaba.

— ¿Kacchan? ¿Esas son esas cortadas en tus brazos?

Katsuki saco las manos del agua, bajando las mangas a su posición original. — No viste nada.

— Solo dime qué te paso. — El entusiasmo de Denki desapareció para dar paso a una preocupación pura.

— Estoy bien, no te preocupes por eso. — Respondió sobando su brazo derecho por encima de la ropa.

— Katsuki.

— En serio, no es importante. — La mirada profunda de Denki le hizo temblar. — No supe que más hacer.

— Dios Katsuki déjame ver.

— No es necesario, solo pon atención en lo que preparas, yo ire a mi habitación.

— ¡Katsuki espera! — Pero Bakugō ya estaba cerrando la puerta de la cocina tras de él.

— ¡Demonios!

「♀♂」

— Mierda, mierda, maldita sea. — Se repitió una y otra vez mientras daba vueltas en su habitación. — Soy un desastre.

Se estaba desesperado, sus brazos picaron fuertemente, no sabia si era por la ansiedad que sentía por su piel irritada por los recientes cortes.

— Menudo héroe estoy hecho.

La primera lágrima cayó por su mejilla, seguida de algunas más, se sentía asfixiado.

— Deku. — Se dijo.

Posiblemente estaba con Aizawa y los demás como en las últimas tres tardes, pero, si lo llamaba iría por él. Antes que pudiera hacerlo alguien más hizo sonar su teléfono.

— ¿Mamá? — Dudo un poco en contestar.  ¿Que quería ahora?

— ¿Hola?

— ¡Katsumi! ¿Donde estas metida? ¡Te dije que vinieras aquí este fin de semana!

Hizo memoria, era cierto, su madre quería que fuera a pasar con ella y su novio el fin de semana.

— Lo siento mamá, estuve ocupado hoy, mañana temprano estoy allá.

— Siempre es lo mismo Katsumi, eres un desastre, niña por dios, nunca entenderé como Izuku te soporta.

Bien eso dolió.

— Perdón, en serio, prometo estar ahí en la mañana.

— Más te vale, Neru se muere de ganas por verte.

Ese nombre causo una reacción en cadena en su cuerpo, un temblor inmediato y unas inmensas ganas de vomitar lo atraparon.

— Entiendo mamá. Los veré a los dos, llego allá a las ocho, lo juro.

Al otro lado de la linea una voz masculina sono de repente.

— ¡Katsumi! Mi niña ¿cómo estas? — Nauseas, y un flash de una situación suprimida apareció.

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