Treinta y dos.

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Changkyun revisó la receta médica. Había pegado ésta en una pizarra de corcho frente a su escritorio; esa era la única manera de que recordase tomar la medicación en tiempo y forma. El papel cubría algunas de las cosas expuestas sobre el corcho. Éste era bastante viejo, lo tenía desde al menos sus doce años, cuando empezó la secundaria. El material ya estaba algo desgastado de tanto colgar y descolgar cosas, pero no se notaba, ya que estaba constantemente atiborrado de papeles y fotos. Actualmente, exponía muchas fotos; varias de ellas con Minhyuk o con sus amigos. Kihyun le había regalado la fotografía del teatro, así que la tenía colgada allí también.

La imagen parecía como de otra vida. Sentía ese día tan lejano. Ese día, había conocido a la que se convirtió en una de las personas más importantes de su vida y en su momento ni siquiera lo sospechó. Le costaba creer que hubiese pasado apenas medio año. Tantas cosas habían sucedido en un lapso de tan sólo seis meses...

Suspiró, contando las pastillas que sostenía en su mano. Una pastilla blanca, una píldora roja y otra amarillenta medio traslúcida. La última era siempre la más difícil de tomar. Era alargada y se disolvía muy rápido, dejándole siempre un muy mal gusto en la boca. Changkyun nunca fue bueno tomando comprimidos. Inclusive a sus dieciséis, todavía debía partirlos en dos para poder tragarlos. La cosa se complicó cuando empezó a tomar cápsulas; si cortaba una de esas cosas, todo el medicamento del interior saldría y no llegaría a hacer su efecto; además de que el sabor era intolerable.

Pasó todas las prescripciones con varios tragos de agua. Milagrosamente, la cápsula amarilla pasó sin mayor problema, apenas comenzando a sentir un dejo del sabor por su garganta, pero tolerable en comparación a veces pasadas. De todas formas, la mueca de asco que se dibujó en su rostro al terminar fue inevitable.

Dejó el vaso medio vacío sobre el escritorio, rascándose la mandíbula mientras caminaba en dirección a su armario. Esperaba una visita especial y, honestamente a este punto, no creo que sea necesario especificar quién era la persona que esperaba.

— ¿Sigues molesto? — Minhyuk apareció tras la puerta abierta de la habitación, un puchero visible en sus labios. Changkyun volteó a verle, pero en seguida regresó su vista a los cajones, sin decir nada. Minhyuk rió y entró en el cuarto. — Ah... no te sale estar enojado. — el mayor abrazó el cuello de su hermanito, balanceando ambos cuerpos a forma de juego; Changkyun se quejó un poco, pero no pudo evitar reír también.

—Siempre pierden contra ese equipo... — chilló Changkyun, frunciendo la nariz con disgusto. — ¿De verdad debían ganar justo ahora?

—Vamos, tonto; no sabía de su apuesta. Además... — Minhyuk tomó unos mechones del cabello del más chico en sus dedos, sonriendo divertido. — Estoy seguro de que el violeta se te verá muy bien. No te vendría mal un cambio de look.

...

Kihyun reacomodó la bufanda celeste en su cuello. Había algo de viento, por lo que la prenda se había desarreglado en su trayecto. No llevaba guantes; no creía que fuese necesario, pero en realidad se arrepentía, ya que traía las manos heladas.

Llevaba el dichoso tinte violeta en la mochila; además había tenido que conseguir un decolorante, el cabello de Changkyun era demasiado oscuro y no agarraría bien el color.

Minhyuk fue quien lo recibió en la puerta. Changkyun estaba allí en la sala cuando entró, miraba a sus dos mayores con cierto recelo.

—Hola, Minhyuk. — Rió Kihyun en dirección a su compañero de clase. — Felicitaciones en el partido, les fue realmente bien. — Changkyun gritó exaltado ante la provocación, logrando que tanto su hermano como su novio rieran. El rubio caminó hacia el sofá donde estaba su novio, trepando a éste para saludarlo con un besito rápido. — ¿Listo para su cambio de look, señor Yoo?

Love Playlist for Kihyun - Changki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora