Definitivamente hoy no era el día para salir a un campo abierto como lo era el golf, el tráfico innecesario de la gente que parecía incapaz de quedarse en sus casas hizo algo molesto el viaje hacia el campo, y para alguien de pocas pulgas como Minerva, no significaba más que el prefacio de un gran error.
La chica intentaba convencerse de que lo que estaba haciendo era innecesario, que podría ir a golpear a algún maleante y quitarse aquel estrés y no hacía falta "bajar tan profundo" para experimentar. Pero si era injustificado rechazar la propuesta del amable Jesper en ese entonces, ahora en medio del viaje en el lento coche lo sería aún más.
En fin, 20 minutos después de dejar la casa, los cuatro llegaron al tan reciente lugar, era más grande de lo que se tenía previsto, y ni siquiera tenía tanta infraestructura puesta, era un campo verde con algunas estatuas de plástico, ni siquiera había tanta gente, las expectativas bajaban aún más y eso era decir bastante.
Cómo sea, ya estaban allí y aunque nadie tenía idea de nada, rentaron los palos y las pelotas y se fueron a disfrutar del deporte más popular, emocionante e intenso de la historia según nadie nunca, el golf.
De haberse tratado el golf normal y no la versión miniatura ni se molestarían en pensar en ir, el simple hecho de pasar horas bajo el intenso sol mexicano caminando para buscar tu pelota era algo que solo los ricos podrían permitirse.
El plan de Minerva era simple, marcar todos los hoyos en uno humanamente posibles para no levantar sospechas e irse lo más pronto posible de ese lugar que parecía atentar contra su dignidad.
El primer hoyo era el más simple, naturalmente, ni siquiera tenía una decoración pequeña ni nada, parecía un normal hoyo primerizo conformado por lugar de salida y hoyo.
"Relajate Minerva, lo que buscas es desquitarte, no estresarte más, quizás ver como los demás se sorprenden de tu talento te haga sentir mejor, see, me gusta dominar, esto lo disfrutaré"
Y con esa mentalidad ambos jóvenes empezaron, para la suerte de Jesper y sus padres, un erudito de esta disciplina se acercaría para instruirlos, les enseño los básicos del golf, lo que era el swing, en qué consistía el par, y les enseño algunos trucos como práctica, así como medir la fuerza.
Vamos, que en general les impidió que dieran vergüenza mientras los tres lo intentaban.
El padre y la madre metieron el hoyo en DEMASIADOS intentos arriba del par, era el turno de los menores.
- Venga, espero hacerlo mejor que ustedes, aunque lo dudo. - dijo Jesper sin recibir nada de aliento o una contradicción.
El chico desconocía si fue su intuición, su puntería o la gracia de Dios que había concentrado su fortuna en el, pero pudo realizar un birdie en el primer hoyo. Y para los que no conozcan ni un pelo de golf, eso era muy bueno.
- Jeje, esto es más divertido de lo que parece, de aquí a los olímpicos- bromeaba el chico sintiéndose orgulloso de su primera actuación.
- Sisisi, hermoso giro de trama, lo siento, pero creo que te tendré que humillar en pocos segundos. - dijo Minerva entré broma y la verdad.
Ella no había hecho tanto caso de los consejos de aquel amable hombre, solo sabía que tenía que meterla en el hoyo (digo eso con la mejor intención posible). Repitió y afinó la postura que habían tomado sus oponentes y con la confianza desbordada, dio su primer golpe.
- Un leve empujón hacia la izquierda para rebotar y pasar por el obstáculo, fácil como la tabla del uno. -planeaba petulante la chica.
Sin embargo, leve para una conquistadora de planetas era un poco diferente al humano promedio, por lo que la bola salió de los límites de la cancha y había desperdiciado su primer tiro.
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Jnana's Will | Albatross
Ficção GeralSemanas después de lo acontecido en el bunker, Jesper decide salir de su casa voluntariamente ¿ a jugar al golf? Vaya hombre más aburrido. Acompaña a ese pelmazo, junto con la misteriosa Minerva, en este relato que dará un giro de acontecimientos, q...