Jnana's Will | Albatross

Capítulo 5 | Rehabilitación

Contra todo pronóstico, Jesper tuvo un viaje relativamente tranquilo hacia el hospital, llegaron en unos pocos minutos y pudieron llevar a la chica a que lo atienda el mismo residente que los había salvado.

El chico estaba impresionado, ver a esa gente con nervios de acero, siempre sabiendo que hacer y listos para cualquier contingencia para resolverlo de la forma más pronta posible. Ver las heridas, a veces mortales, de la gente y hacer lo posible por curarlas con temple era algo imposible para él.

El chico les explicó a los doctores lo que había pasado, era extraño pero la herida correspondía al testimonio del joven, una banderilla de metal había traspasado su cabeza, mientras checaban a Minerva, el chico fue a visitar a su madre, quien se encontraba en un cuarto cercano.

Ahí se encontró a su padre, sentado al lado de su esposa que parecía dormida, el señor se veía muy preocupado y al ver a su hijo lo recibió con un fuerte abrazo, el cual disipó un poco la tensión del momento, Jesper le relató lo que pasó mientras llevaba a Minerva, en cierta parte se sintió orgulloso y seguro de contárselo a su padre, lo hacía parecer un héroe o algo parecido.

Su padre le respondería con una mala noticia, al parecer a su madre se le había subido la presión y de repente se desmayó, los doctores le habían comentado que desconocían que podría tener y que hasta ahora siguen buscando su padecimiento, así que la espera era tortuosa para Devan.

Jesper al fin tuvo un respiro desde que el desastre empezó, analizó todo lo que acababa de pasar, estaba claro que algo raro pasaba, demasiadas coincidencias pasaron en un solo día, y todo empezó desde que Minerva ganó el juego, quizás el causante de todo este desastre sea ella, pero ¿por qué? ¿cómo? Tenía que preguntarle algo al respecto.

Para sorpresa del paranoico chico, no pasó mucho tiempo para que le informarán que su compañera había recuperado la conciencia, afortunadamente, no le detectaron algún desorden en el cerebro ni ningún daño al sistema nervioso, solo tenía vendada la parte posterior de la cabeza, incluso se podría decir que tenía una apariencia chistosa.

Franco se encontraba en la misma habitación que ellos, le informó a Jesper que afortunadamente la banderilla no había afectado órganos importantes y que todo parecía que ni siquiera había rozado la duramadre del cráneo, por lo que solo se trataba de una lesión muy leve.

- Por ahora solo le diagnostico dolores de cabeza, vómito, mareos, así como fatiga y visión borrosa por algunos días, si siente que tiene los pensamientos desordenados o que no recuerda bien el golpe es normal. Sé que suena mal, pero considerando el lugar donde ocurrió la lesión es un milagro que no sea algo peor. Por ahora solo le recomendamos descanso y pronto le daremos los medicamentos.

- ¿Cuándo podré irme? - preguntó la chica

- Al no tratarse de una lesión traumática grave, le estaríamos dando el alta del día siguiente- respondió con calma el residente- debería sentirse orgullosa, no se desgarró ningún tejido, tiene un cuerpo muy resistente.

- Gracias, doctor, se lo agradezco mucho- agradeció el joven muy aliviado, todo parecía ir bien de ahora en adelante.

Mientras tanto Minerva no agradeció, se quedó en silencio, como si estuviera pensando en algo importante, Jesper lo notó, rezó para que no se tratara de aquello que le había mencionado el doctor sobre "recuerdos borrosos" y que no se transforme en algo peor, como amnesia.

Obviamente no era el caso, Minerva seguía como si nada, irritada por todo el tiempo que se podía haber ahorrado si no estuviera acompañada de Jesper, la única persona de la que no podía deshacerse. Todas las molestias que tomó para que no descubrieran su verdadera fortaleza, verse tan débil ante de los demás, fue en cierta forma humillante para ella.