"𝙰𝚙𝚊𝚝𝚒́𝚊 𝚏𝚞́𝚗𝚎𝚋𝚛𝚎"

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"Simón Vargas"Relata Simón:

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"Simón Vargas"
Relata Simón:

Era el verano del 2005 cuando viví uno de los momentos más difíciles de mi vida. Perdí a una de las personas más importantes que la vida me había regalado, al hombre en quién me quería convertir apesar de que muchas veces nos airarvamos. Perdí a mi padre y con eso lo perdí todo. Solo tenía 12 años y sentía que a mí vida se le había perdido el sentido por completo.

¡Mi amor!.

Escuché la voz de mi madre, y sentí sus brazos cobijandome con fuerza, pero nisiquiera el abrazo de la mujer más importante de mi vida me quitaba el dolor tan grande que había sufrido. Mis padres llevaban separados muchos años justo cuando mi hermano menor Martín tenía como tres años. Yo siempre fui unido a papá y cuando él se mudo a los estados unidos me dolió mucho, pero cuando recibí mi beca y pude estar a su lado de nuevo todo mejoro, sabía que iba a dejar a mi madre y a mi hermanito pero separarme de mi viejo jamás.
Y ahora la vida nos había separado para siempre, perdí el gusto por mis cosas, y volví de regreso a Colombia después de enterrar a mi padre.

...todos extrañaremos a tu padre mi amor, y se que te duele mucho esto, Martincito también está destrozado.

¿Destrozado? Pensé en mis adentros, ¿Cómo puede un niño de nueve años estar destrozado?, Mamá solía sobre proteger mucho a mi hermano y por eso decía que el dolor de ambos era igual cuando estaba más que claro que a Martín solo le habían arrebatado a su padre, a mí me había arrebatado todo.
Cuando llegue a la casa de Bogotá, ví a Martín y a mis tías en la sala, ella corrieron hasta mí intentando consolarme en verdad lo último que hacían eran consolarme cuando yo sabía que papá no les agradaba.

...¿Quieres cenar?.

Me preguntó mamá y yo negué. ¿Cómo podría pensar en comida cuando hace solo 72hrs mi padre estaba vivo. Debo admitir que me pase muchos días, y un par de meses encerrado en mi habitación, pensando en lo efímera que era la vida. Un día ríes y mañana a lo mejor ya no estás aquí.
Aún recuerdo que era un agosto cuando salís a tomar aire a la banqueta de mi casa, mamá me insistía para que yo me llevará con los niños de la cuadra, Martín solía jugar con chicos mayores que los vecinos, Pero para ser honesto jugar para mí no era una diversión.

¡Moncho!.

Me grito el nueveañero de mi hermano montado en la bici de una niña.

...vengan, les presentaré a mi hermano.

Exclamó Martín y sus amigos dejaron sus bicis para acercarse a mí, yo reviré los ojos y me levanté de inmediato para alejarme de ellos no quería hablar con nadie. Pero era demasiado tarde ya los tenía atrás de mí, me voltee para no verme más grosero de lo que ya era y los mire con seriedad, estaba un chico como de mi edad otro chico de piel blanca quizá un poco mayor parecía un quinceañero, y junto a ellos estaba una niña robusta de anteojos con cara de pocos amigos, y otra niña de cabellos rizados.

"𝐌𝐢 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐚"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora