"🅄🄽 🄷🄴́🅁🄾🄴"

70 17 7
                                        

"Martín & Simón"Relata Simón:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Martín & Simón"
Relata Simón:

Al pasar el tiempo digamos que me acerque mucho a los amigos de mi hermano. Quizá no eran mis mejores amigos pero me parecían muy agradables, Juan Pablo era muy parecido al pequeño Marto, era relajado y parecía que lo único que les movía eran las chicas. A diferencia de George, él parecía ser un poco más parecido a mi, pero fue cuestión de unos dos años y un día desapareció, bueno no exactamente hasta donde supe tuvo problemas con su padrastro al igual que su hermano mayor y se mudo con su abuela paterna, dejando así a su pequeña hermana sola la en apariencia tierna Vanessa aún que tenía un carácter de los mil demonios, al principio está era muy agradable la verdad es que me ayudó en algunas ocasiones pero un buen día se alejó de todos. Incluso de su mejor amigo Isaza, y hablando de él debo decir que justo cuando entramos a la secundaria el tipo se volvió insoportable, por así decirlo los niños que jugábamos antes había crecido y tomado sus propios caminos, dejándome a mi al borde de la soledad, ¿Y que yo no necesitaba a nadie?.

— ¡Gorda!____ Escuché las risas y también un sollozo iracundo. Me di la media vuelta y me tope a un tipo al que le llamaban Cocu, al parecer de los nuevos amigos de Isaza, y este le faltaba al respeto a Vanessa. Me acerque a dónde ellos estaban, debo admitir que me enfermaban las personas abusivas. Pero también era demasiado cobarde para acercarme y arriesgarme a que me rompiera diente por diente. Ella camino cerca de mi víctima de la rabia y el bullying. Lo más sensato en un caballero hubiera sido acercarme y consolarla ya que no tuve el valor de enfrentar a su bravucón pero no tenía palabras, nunca las tenía era muy cobarde y nervioso, a veces me hubiera gustado tener las agallas de mi hermanito, esa facilidad para poder acercarme a las personas. Vanessa apesar de ya no ser amiga de nadie era una buena persona, yo sabía que ella siempre tuvo a su protector Isaza era como su guarda espaldas, siempre juntos a todos lados y ahora ella parecía desprotegida, pero ¿que podía hacer yo?, ¿que podía hacer un chico tímido como yo?. Esa tarde aún recuerdo que llegue a mi casa, subí a mi habitación y me quedé meditando, ¿Porque era así?, Solo era un cobarde, ¿Que me quitaba defender a la chica?, No me quitaba absolutamente nada, era un fraude total. Lo pensé tanto que a mitad de la noche me gane una buena jaqueca, pero sabía que debía enfrentar aquello si no mi pobre alma no me iba a permitir vivir. Aún recuerdo que metí a mi mochila unas corcholatas de refresco por si la situación se ponía en mi contra. Le avisé a mamá y a Martín que tomaría un camino diferente para ir al colegio, ya una vez afuera sentí que se anudaba el estómago.

— ¡Pero mírate nada más mi pobre bebé!___ Exclamó alguien detrás de mí, y para mí sorpresa era la escándalosa de Melissa, una de las chicas bonitas pero demasiado superficiales para ser atrayente a mis ojos, y por cierto la novia formal de Isaza, algo siempre me dijo que las chicas huecas eran su estilo. Al mirarlo note algo que me impresionó mucho y es que venía con la nariz vendada, y el ojo morado.

— Estoy bien Melissa pero ese Cocu me las va a pagar____ Lo escuché decir cuando paso a mi lado y entonces si sentí que el corazón se me detenía.

— Tú no tienes porque defender a esa grosera que ni las gracias te va a dar, solo te vas a ganar que te suspendan o que te rompan los dientes____ Exclamó ella preocupada ¿Era acaso el tal Cocu que le rompió la nariz a Isaza, el mismo que iba yo a enfrentar hoy?. Me encomendé a dios esa mañana pidiéndole una señal para que me alejara de esta decisión tan tonta que iba a tomar. Pero no pasó absolutamente nada, es más cada señal solo me decía que debía enfrentarlo. Sentí un nudo en el estómago cuando lo ví sentado al rededor de su bolita de inútiles, Yo solo iba a dialogar con él, no tenía porque temer, con forme me fui acercando note que también estaba lastimado de la cara, lo que me hizo pensar que Isaza también lo había provocado, que ambos se había agarrado a golpes.
Garraspeé mi garganta intentando llamar su atención, sus amigos me miraron con desdén y escarnio lo que provocó que me temblaran las piernas. Había tomado el tambor que usábamos como escudo cuando lo ví ponerse de pie.

"𝐌𝐢 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐚"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora