Está es la breve historia de Simón Vargas quien desde su adolescencia perdió la figura paterna que tanto admiraba. Llegó a Bogotá con su madre y su hermano Martín para vivir su vida ahora al lado de ellos. Lleno de cuestionamientos sobre la vida, re...
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"Susana, & Simón" Relata Simón:
¿No sé que pasaba conmigo?, Los compañeros de química habían organizado un fin de semana juntos en Guasca que estaba en las afueras de Bogotá. Siendo honesto desde la primera vez que Martina dijo lo de ir ahí no me pareció buena idea. Pero cuando me enteré que Vanessa asistiría no lo dude ni por un momento, y es que últimamente todo lo que hacía dependía de ella, pasar todo un fin de semana bajo el mismo techo con ella me parecía la mejor decisión. Tome temprano el autobús y me senté poniéndome mis audífonos para disfrutar un poco de Metallica. Fue entonces cuando ví a Vanessa subirse al mismo autobús que el mío sentí que el corazón se me salía del pecho con su sola presencia, en verdad quería levantarme y háblarle pero no quería ser un estorbo para ella, así que solo decidí quedarme en mi lugar sin decir nada. Me había acabado un libro completo en el recorrido y fue cuando el autobús se detuvo anunciando nuestra llegada. Estire el cuello mirando sobre la cabeza de los pasajeros a Vanessa y me apresure para ayudarla con su maleta.
— ¿Te ayudo?____ Le pregunte con la voz echa un hilo y ella volteo asustada, ¿No entendía porque siempre se asustaba?.
— Simón, ¿No ví que estuvieras en el autobús?____ Me preguntó sorprendida.
— Yo si te Vi subir____ Le comenté y la miré entrecerrar los ojos y mirarme un poco ofendida.
— ¿Y porque no me hablaste? Nos hubiéramos sentado juntos____ Me preguntó y me quedé de a diez, jamás espere que ella quisiera de mi compañía, apreté los labios frustrado una vez más y ella me entrego su maleta.
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____ Bajamos del autobús y depronto la miré titiritar del frío. Me saque la chamarra de manera inmediata y se la puse en sus hombros mientras buscábamos un taxi. Fue el magnífico paisaje con el que nos topamos que nos dejó boquiabiertos. Vimos a Martín y a Villamil salir de la cabaña cuando mire a Vanessa quien parecía un poco incomoda y es que era obvio ella seguía enamorada de él.
— ¿Te ayudo?____ Me preguntó Villamil tomando el equipaje de Vane y yo negué de inmediato. Entramos a la cabaña y miramos a los huecos en la mesa jugar cartas.
