Está es la breve historia de Simón Vargas quien desde su adolescencia perdió la figura paterna que tanto admiraba. Llegó a Bogotá con su madre y su hermano Martín para vivir su vida ahora al lado de ellos. Lleno de cuestionamientos sobre la vida, re...
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"Vanessa, & Simón" Relata Simón:
Pasaron tantas cosas en México que en verdad me dejaron tan confundido. Tan enojado, y al mismo tiempo entendí muchas cosas aún que mi cabeza lo estaba comprendiendo mi corazón se negaba a aceptar aquello es que aún había esperanza dentro de mi. No me podía imaginar con ninguna mujer en mi vida que no fuera Vanessa Cueller. Es que ya me había imaginado mi vida a su lado. Despertar cada mañana con el verde de sus ojos, esos labios que te invitan a pecar con un beso. Su cabello avellana y ese carácter tan dominante que me dejaba la sangre hirviendo. Quería que fuera ella y solo ella la mujer que llevará mi apellido y con quién pudiera caminar de la mano. Y es que la trataría como a una princesa como lo que se merece. Es una reina soy capaz de cagarme solo por no dejar de sentir esto por ella. La amaba como nunca antes había amado a nadie y la vida cada vez nos ponía más cerca cada vez más amigos y solo faltaba un paso para poder llegar a ser el hombre que ella necesitaba en su vida. Camine por los pasillos de la oficina y me quite los auriculares al entrar. Y mire ambos escritorios vacíos. Eso era raro porque casi siempre estaban ellas antes que yo.
— Hello____ Escuché la puerta abrirse y mire a a Nathalia entrando a la oficina con un refresco en la mano.
— ¿Tan temprano consumiendo eso?____ Le pregunte asqueado.
— ¿Es tu cuerpo?____ Me preguntó la cínica y yo revire los ojos ignorandola estaba claro que no podía darle un consejo. La escuché reír por detrás mío y sentí sus manos posándose en mis hombros____ ¡ay Vargas!, ¿No me digas que te enojaste?____ La escuché decirme y revirando los ojos me voltee a darle la cara y la sentí muy cerca mío provocándo que me sintiera un poco incómodo. Y es que a veces me costaba el contacto físico tan cercano y era algo con lo que llevaba trabajando desde que nací pero aún por momentos me pasaba.
— No____ Le contesté intentando desafanarme de su agarre de manera discreta y manteniendole una sonrisa que pareciera cálida y no traumada____ no pasa nada, ahm ya te conozco____ Le contesté caminando hacia mí escritorio y dejando mi maletín dónde siempre.
— ¿No extrañas a alguien?____ Preguntó ella y girandome de inmediato mire al lugar de Vanessa preocupado____ ella no vendrá, volvió a México____ La escuché decir y me ataque derrepente.
— ¿Que?____ Exclamé acercándome a ella.
— Ayer llegó a México. Es más hoy en la noche ya debe estar de vuelta____ Me contó y tantas cosas me pasaron por la cabeza.
— ¿Te dijo a qué fue?_____ Le pregunte de inmediato y ella me miró con ironía. Estaba claro que ella sabía cosas y seguramente eran las mismas que yo imaginaba. Y no importaba el tiempo que pasaba no podía consentrarme en nada, solo tenía en mi cabeza la idea de que ella pudiera estar con Isaza en este momento. Me carcomía la desesperación sentía tanto miedo, estaba seguro que mis conjeturas no eran de un loco ellos dos tenían algo y estaba más que claro No tenía nada de hambre y aún así Nathalia me obligó a almorzar con ella y no paraba de hablar pero nada de lo que decía se almacenaba en mi cabeza. Porque mi cuerpo estaba en Bogotá pero mi mente está en Guadalajara.
