6. Crisis

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La tarde siguió siendo un agasajo. Realmente nadie esperaba aquella noticia, aunque luego del anuncio, Diana pudo comprender el comportamiento nervioso de Berenice minutos antes.

La exaltación de Diana era increíble. Su mirada se hallaba perdida en el júbilo mientras observaba desde su asiento a los futuros esposos que conversaban con sus madres.
Los ojos de Di se llenaron de lágrimas una vez más.

—¿Estás bien?— preguntó detrás suyo Eric que venía llegando de felicitar a la pareja.

—Estoy sumamente feliz por ellos, Eric.— respondió la chica limpiando sus lágrimas sin apartar la mirada.

Eric le extendió una servilleta que tela que cargaba en su bolsillo delantero.

—Gracias— dijo ella tomando la servilleta.

—Realmente no lo esperaba...— habló Eric ya sentado junto a Diana.—Quiero decir, Ricardo no tenía en mente casarse...

Diana giró ante el comentario de su amigo.

—¿Qué dices?— cuestionó la chica.

—Digo que él siempre se vió como un alma libre. No pensaba en el matrimonio. Al menos, eso me dijo hace unos años...

A la muchacha le incomodó un poco la confesión de Eric.

—Bueno, ¿Y quién dice que por estar casado no puedes ser un "alma libre"?— preguntó en un tono un tanto irónico— ¿No se supone que debes elegir para ello a un compañero con el cual puedas sentirte verdaderamente libre sin temor a mostrarte tal y cómo eres? El matrimonio no es una sentencia si encuentras a la persona adecuada. Conozco a Bere y a Ricardo desde hace años y están hechos el uno para el otro. Han tenido sus altas y bajas, pero siempre han sabido lidiar con todo...

Eric frunció el ceño.

—No estoy diciendo que el matrimonio sea una sentencia. Para nada.— rebatió— Sólo expresé lo que hace años mi primo me dijo... Aunque creo que lo dices es cierto, el matrimonio tiene que sentirse así. Aunque muchas veces es un contrato de intereses, siendo un poco más diplomáticos...

De nuevo, lo último molestó un poco a la chica por lo que se apresuró a contradecir.

—Creo que el matrimonio ha sido conceptualizado de manera errónea desde hace muchísimo tiempo, imponiendo los intereses de primera. Si bien, la estabilidad de todo tipo debe ir dentro de la planificación, no debe ser lo más importante...

—¿Entonces qué es lo más importante si no una buena planificación?— cuestionó Eric alzando una ceja.

—El amor, obviamente— respondió sin titubear Diana.

—Bueno, es claro que el amor es importante. No lo voy a negar. Pero no sirve de nada tener amor si no hay una buena planificación. De amor no se come.— argumentó algo severo.

Para este punto, Diana se encontraba muy molesta.

—Bueno, joven Villareal. Creo que entonces no compartimos esta ideología. No lo nota a simple vista pero el amor en general es el combustible para que todo funcione o deje de hacerlo. Por ejemplo; si uno no tiene amor por su trabajo, a pesar de que posea los conocimientos y sea una persona ejemplar, tarde o temprano se cansará de ello y probablemente termine por dejarlo o vivirá eternamente deseoso de que llegue el fin de semana y no disfrutará de sus labores. Pasa lo mismo en las relaciones; Si hay amor, hay convicción. Si hay convicción, habrá una buena planificación... Pero si no hay amor, no habrá convicción y mucho menos planificación... Así de simple.— terminó de decir Diana mientras cruzaba los brazos y miraba de vuelta hacia Berenice y Ricardo.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2021 ⏰

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