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La vida en la universidad era caótica y muy emocionante, en los pasillos de aquel gran campus sólo se veía gente ir y venir con prisa para no llegar tarde a sus clases; entre todo el mar de personas un joven rubio destacaba, Park Jimin estudiante ejemplar, el primero de su clase; un joven de hermosos ojos del color de la miel caminaba por los pasillos con prisa, mientras era observado tanto por mujeres como por hombres.

Jimin era muy popular no solo por ser el primero de su clase sino por su escultural figura y su gran talento en la danza, aunque la popularidad no lo libraba de ser también el más odiado por sus compañeros de la clase de danza; el joven rubio era una persona muy solitaria a pesar de ser popular, tristemente la mayoría fingía ser su amigo para sacar ventaja de él.

esto solo provocaba a Jimin un dolor en su corazón ya que este ansiaba tener a alguien, un confidente que lo escuchara que lo aceptará por lo que es y no porque lo quisiera llevar a la cama u obtener algo que les beneficiara.

por otro lado, hoy es el primer día de Jungkook en la universidad, el pelinegro entró a la facultad de artes ya que este había elegido las artes escénicas; durante todos los siglos que ha vivido descubrió que la danza era su nueva pasión al igual que la pintura.

Al adentrarse a los pasillos de su facultad se vio envuelto dentro de una ola de aromas de distintas clases de sangre lo cual le hizo salivar y extasiar por unos segundos, haciendo emerger sus colmillos, inmediatamente se cubrió la boca  y buscó un lugar lejos de ahí.


Solo imaginar aquel líquido en su boca le provocaba un sin fin de sensaciones, pero no podía caer en la tentación, desesperado entró al baño más cercano para calmarse o perdería el control que tanto le había costado obtener.

_ Tengo que controlarme! - se dijo. _no puedo caer en la tentación debo poder demostrarme a mí mismo que puedo controlar a esta bestia dentro de mí. - abrió el grifo dejando correr el agua para después refrescarse con ella y poder controlar la excitación que le había provocado esa ola de aromas a sangre fresca.

mientras tanto, Jimin salía de su clase enfurecido por sus compañeros; siempre decían cosas a sus espaldas o lo acosaba, la situación lo hizo salir de su salón para calmarse no iba darles el gusto de que lo vieran vulnerable y mucho menos aterrorizado.

camino por los pasillos en busca de un lugar solitario para refugiarse, por lo que se dirigió a uno de los baños mas cercanos a su salón.

El sonido de la puerta del baño abriéndose sacó a Jungkook de sus pensamientos, en la entrada estaba un chico hermoso de cabellera rubia, al verlo lo primero que llamó su atención fueron sus hermosos ojos, eran como dos gotas de miel muy brillantes y pequeños, unos centímetros mas abajo unos labios carnosos de color rosa, los cuales pensó serian su obsesión; Jungkook necesitaba sentirlos, saborearlos, estaba tan perdido en ellos cuando el aroma de su sangre lo golpeó, era el aroma mas exquisito que había olido en toda su vida como vampiro, la fragancia dulce hizo que sus ojos se tornaran de color rojo intenso y sus colmillos emergieron sin que él se diera cuenta.

 Jimin se acercó a él lentamente, algo en su interior lo impulsaba a hacerlo, el color hipnótico de su mirada lo atraía como un imán y al igual que Jimin , Jungkook se fue acercando hasta acortar la distancia.

ambos perdidos uno en el otro, Jungkook lo tomó de la cintura con un brazo y con su mano libre tomó su mentón para darle mas acceso a su cuello y enterró su nariz en ese punto donde podía escuchar el palpitar de su vena la cual llevaba el exquisito liquido.

su lengua recorrió su cuello con deseo rosando los colmillos lentamente, mientras Jimin gemía excitado por su toque; los colmillos de Jungkook picaban por enterrarse en su blanquecino y suave cuello.

Destino [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora