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A la mañana siguiente Jimin despertó lentamente sintiéndose algo mareado y con muchas nauseas, por lo que se levantó rápidamente y corrió al baño a devolver todo; haló la cadenilla del retrete e hizo el intento de levantarse, pero se mareo y cayó nuevamente al suelo, cuando pasó el mareo se levantó y lavó su boca.

Sin saber por qué un dolor en su espalda baja estaba presente, sentía doler todo su cuerpo y con un poco de pereza se metió a la ducha, debía darse prisa si quería llegar a tiempo al ensayo en casa de Jungkook.

mientras tallaba su cuerpo se dio cuenta de algo extraño su vientre se sentía rígido, pero al no sentir ningún dolor en la zona no le dio importancia, rápidamente termino de ducharse y salió para vestirse y arreglarse.

estaba mas que decidido y dispuesto a conquistar a Jungkook, el solo imaginarlo como su novio lo llenaba de ilusión y reía como bobo frente al espejo; cuando repentinamente llegaron de golpe los recuerdos de la noche anterior, rápidamente reviso su cuello y al ver que no había tal mordida que recordaba pensó que había sido un sueño.

Jimin  se sonrojo de solo pensar que ese sueño hubiera sido real, mordiendo su labio inferior mientras cerraba los ojos recordando toda la atención que tuvo y lo mucho que lo había disfrutado; todavía podía sentir sus grandes manos en su cuerpo y sus besos aún palpitantes en sus labios, suspiro anhelando repetir la experiencia aunque la parte de la mordida era extraña el solo pensar en eso lo estaba excitando.

se dio una bofetada mental por tener esa fantasía, quizás estaba viendo demasiadas películas de terror, sonrió por ello y dio un pequeño vistazo a su teléfono viendo la hora, lo cual le hizo exaltarse ya iba tarde y ni siquiera había llamado a Jungkook para avisar que iba retrasado y todo por estar fantaseando con el pelinegro.

Se vistió y arregló con rapidez y salió de su apartamento, al salir del edificio encontró a Jungkook recostado en su auto, un hermoso Lamborghini color negro.

Jimin un tanto aliviado dejó de correr para saludar a su compañero.

_Jungkook, buen día. - saludo de forma coqueta, mientras con su mano arreglaba su cabello y sus mejillas se tornaban un tanto ruborizadas por los recuerdos de su reciente "sueño".

Jungkook recibió con una hermosa sonrisa a Jimin, fascinado con su belleza que se había acentuado más con su cabellera azul, Jimin notó que él le miraba detenidamente y sonrió con timidez; sabía que había logrado llamar su atención, ahora solo era cuestión de tiempo para que fuera suyo.

Jungkook se acercó a él y pudo ver por una fracción de segundo sus hermosos ojos tornarse de color ámbar y su aroma había cambiado era suave, no con la intensidad del día anterior ahora sentía que podía controlarse frente a él; el olor de su sangre ya no le hacia perder el control pero podía sentir una fuerte atracción por él.

en un movimiento impulsivo lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo y con una de sus manos tomo su mentón y lo beso de manera lenta saboreando sus regordetes labios y Jimin no puso resistencia, se sentía en el cielo su corazón latía con fuerza por la cercanía del pelinegro y su vientre se sentía cálido una sensación muy agradable.

Los ojos rojos estaban nuevamente ahí al igual que los ámbar, los dos perdidos en el sentimiento que empezaba a crecer en ambos, cuando se separaron los ojos de Jimin lo miraban con deseo y amor.

Jungkook estaba fascinado hacia mucho tiempo que no se sentía de esa manera, lo tomó de la mano para guiarlo a su auto; abrió la puerta del auto para Jimin y una vez adentro cerró la puerta para luego rodear el vehículo y subir al auto para conducir en dirección a su mansión.

Condujo por una zona exclusiva de Seúl a lo que Jimin un tanto inquieto preguntó.

_ vives en esta zona!  ¡¡A caso eres millonario!!- por un momento se sintió un poco tonto con su pregunta había olvidado que pasó por el en un flamante Lamborghini.

Destino [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora