Pesadilla postmortem: Caso Danvers.

La última vez que te vi

Toca aquí, siguiente capítulo en mi otro fic y luego le toca a este otra vez, sin más que lo disfruten.

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Puedo sentir los principios del desmayo, mi visión se vuelve borrosa ante la imagen del ataúd vacío, casi me dejó caer sobre el suelo para llorar cómo lo he hecho los últimos días, pero no puedo, mi hijo me necesita. Tengo que ser fuerte para poder protegerlo, se lo prometí a Kara. Me pongo de pie y caminó tambalenate entre mis familiares que siguen peleando, tratando de sostenerme de la poca cordura que me queda.

-Lena ¿A dónde vas?- me pregunta Lex cuando estoy en el primer escalón de escalera.

-Necesito asegurarme de que Luke está bien. Voy a arroparlo y cambiarme para poder estar presente ¿Podrías ir por la detective Lane e informarle lo ocurrido? Ella sabrá que hacer.

Mi hermano asiente y empieza a organizar todo. Lo voy a compensar Lex, lo prometo.

Subo las escaleras y Luke está dormido sobre la alfombra, las dos cenas están terminadas, vaya, niño glotón. Cargo a mi hijo y lo llevo a la cama para colocarle su pijama y pueda descansar adecuadamente, lo cubro con sus cobijas para que no pase frío, esta casa es muy vieja. Después, por fin me cambio mi vestido negro y me coloco unos jeans con una blusa negra. No tenía cabeza cuando empaqué, por lo que debo conformarme con unos botines de piel, debí guardar calzado más cómodo en la maleta.

Sentada a los pies de la cama para ponermelos, recuerdo la última noche que estuve con Kara, fue antes de que partiera a Rusia, estábamos acostadas en la cama después de haber estado haciendo el amor durante horas.

-Kara ¡Basta! No puedo más- le dije sin aliento.

-Vamos, otra vez- pidió, volviendo a sumergirse entre mis piernas.

-No puedo, no pued-

-Si- dijo subiendo de nuevo, puso su rostro frente a mi-. Si puedes- me besó la mejilla-. Porque aún no estoy satisfecha- me murmuró al oído, podía sentir su cuerpo caliente sobre el mío-. Voy a tomar un viaje muy largo amada mía- ella sabía cómo bajar el tono de su voz para derretirme-. Y quiero que vivas la misma agonía que yo, cada segundo que permanezca lejos de ti- siguió declamando en mi oído mientras se acomodaba entre mis piernas-. Quiero que me sientas, que el fantasma de mis manos se quede contigo y sus caricias recorran tus piernas, tu espalda, que en las noches despiertes porque su tacto caliente cae sobre tu cuello hasta tus pechos- ella iba haciendo la acción que describía y fui yo quien comenzó a mover las caderas-. Eso es querida, eso es.

Me dijo complacida antes de que tomara el control del movimiento.

-Kara- me llevo la mano a la boca para sofocar los sollozos que amenzan con salir y termino de colocarme los botines. Luego cierro la puerta con llave para que nuestro hijo se mantenga a salvo.

-Lex me dijo lo que pasó- dice mi madre que esperaba afuera, parece que estaba por acostarse ya que tiene puesta su bata de dormir-. Yo puedo quedarme con Luke en lo que resuelves esto- ofrece con una expresión serio que trata de ocultar su tristeza.

-Gracias- digo entregándole la llave, suspirando profundamente-. Cuídalo mucho.

-Lena, esto solo es el principio. Incluso cuando perdimos a tu padre Kara estaba ahí, fue nuestro escudo- aprieto los labios, ella siempre estuvo ahí-. Sé que te duele que te diga esto, pero ante la perdida de tu escudo y espada, no queda más alzar los puños. Ahora eres la reina y tienes que defender a tu pequeño rey, sabes lo que sigue en la partida.