A pasos de mil años pero terminaré la historia, sin más que lo disfruten.
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Tomamos las armas de los guardias y Lane nos divide, ella se pondrá en las ventanas junto a Sawyer, Clark arriba con la mitad de los guardias, la otra mitad atrás, Lex en ala este en el estudio y yo en el ala oeste de la mansión, junto a mi esposa en el salón.
Miro por la ventana aterrada, las luces de al menos ocho autos forman una fila afuera. una es un camión quita nieve, debió tardar en encontrarnos y un día más reuniri todo lo que necesitaba para llegar aquí, parece que nada lo detiene. La gente comienza a bajar y yo cargo mi arma.
-Ellos se enteran de tu muerte y de inmediato planean un ataque ¡Qué cobardes!- exclamo furiosa cargando la pistola-. Si ya sé, mirada siempre al frente.
No debería hablarle a su féretro cerrado, sin embargo, me niego a aceptar que ya no está aquí, que ya no escucho su dulce risa mientras coloca el arma correctamente en mis manos, quiero pensar que al menos me acompaña en espíritu.
-Y lo más importante sin dudar- digo apuntando afuera.
Recuerdo la primera vez que me dijo eso.
Kara tenía ya 23 años y era la mano derecha de mi padre. A este punto mi familia estaba al tanto de nuestra relación, la cual era muy bien vista por mi padre, sin embargo, tuve que entrar a la universidad así que solo los veía cuando venía de visita.
Apenas crucé la puerta ese día, mi Kara me acorraló contra la pared más cercana, besando mi cuello.
-Cariño, mis padres van a vernos- le dije, intentando empujarla.
-No están, salieron a un almuerzo con los Maroni- me explicó deslizando sus manos debajo de mi blusa mientras sus labios se posaron sobre mi mejilla-. Son aliados así que me dejaron aquí para recibirte- explicó suspirando sobre mi oído.
-Oh... Está bien ¿Qué tienes en mente?- pregunté poniendo mis brazos alrededor de su cuello.
Ella sonrió mordiendo su labio, bajando lentamente su mirada a mi escote.
-¡Que asco! Tal vez papá y mamá no estén aquí, pero yo si. No hagan sus porquerías frente a mí.
Ambas nos separamos al escuchar la voz de Lex. Él bajó las escaleras con el ceño fruncido y aunque ya tenía 17, estaba muy mimado.
-Me alegra verte hermanito ¿No vas a saludarme?- lo cuestioné, estirando mis brazos.
-Quisiera abrazarte, pero no lo haré después de ver de dónde ella te tenía agarrada- dice señalando a mi adorada rubia que solo sonrío, escondiendo sus manos tras su espalda-. Pero Kara me dijiste que me entrenarías en cuanto empezaran las vacaciones- le reclamó-. ¿Cómo voy a ser algún día el líder de la familia Luthor si no me enseñas a usar un arma?
Mi novia negó con la cabeza riendo antes de voltearse para tomar mis maletas, caminando conmigo al piso de arriba.
-Lex no hables así, tu no serás ningún criminal- lo regañé mientras nos dirigiamos a mi habitación.
-Joven Lex, mientras yo esté aquí, ni usted ni su hermana tendrán la necesidad de usar un arma- le aseguró ella cuando llegamos a mi alcoba-. Yo siempre los voy a proteger- dijo empujándolo fuera del cuarto.
-Dices eso ahora porque quieres estar a solas con mi hermana, pero necesitas un apoyo, yo puedo ser tu apoyo- dijo entusiasmado.
Kara giró los ojos pero seguía sonriendo, después de tanto tiempo con nosotros también lo veía como su hermano menor.
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Pesadilla postmortem: Caso Danvers.
Mystery / ThrillerMi linda y dulce Kara, si tan solo estuvieras aquí para protegernos, si tan solo vivieras. Si tan solo hubieras adivinado lo que pasaría, la pesadilla que nos persiguiría después de tu muerte, nos dejaste, a mi y a nuestro hijo. Ojalá vivieras y no...