El buen recuerdo de una madre

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Espero que con todo este contexto ahora entiendan mejor el testamento, que fue lo heredaron Lex y Clark; a qué se dedicaba Kara y cuál era su relación con cada uno de los miembros de la familia, con Lane, con Imra, la clase de persona que era.

Porque al final son las huellas que se dejan en las personas la escencia de la vida que se vive, y yo quería escribir algo así, la vida de una persona a través de los ojos de otros y no simplemente escribir que Kara se murió y ya, bien casi estamos en el final, sin más que lo disfruten.

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El cuerpo de la detective Lane cae ante mi.

-Estorbo- dice Edge.

-Ya me cansaste- se escucha desde la oscuridad.

Me paralizo ante esa voz. Los matones de Morgan le apuntan y solo se ve como una mano enguantada le corta el cuello desde atrás. Desesperados al ver el cuerpo de su jefe caer muerto empiezan a disparar, sin embargo, aquella sombra negra los va asesinando uno por uno.

Para mí no son más que instantáneas, flash que me muestran ejecuciones horribles. Hay gritos, el sonido característico de un cuchillo cercenando carne y finalmente un silencio breve que le da la entrada perfecta al eco de sus pasos dirigiéndose hacia mi; me arrastro hacia atrás intentado distinguir en el negro abismo, entonces los pasos aceleran y este ser extraño se apresura hasta sentarse sobre mi estómago, tomando mi mandíbula en su mano.

-Hermosa.

Alcanzo a distinguir un panel verde brillante antes de ser obligada a besar a este desconocido ¿Quién es? ¿Qué es lo que quiere? ¿Es el asesino? Sus labios toman por la fuerza los míos, su agarre en mi mandíbula se aprieta dolorosamente.

Me suelta hasta que quiere y podría decir que la escucho reír, no estoy segura un ruido sale de su boca pero se pierde en la infinidad de la oscuridad.

-Quédate aquí, iré por Luke- ordena.

Y tan rápido como llegó, se aleja. Su peso de pronto desaparece de encima de mi cuerpo por lo que me siento abrazándome a mi misma.

Estoy bien ¿Verdad? Es un aliado ¿Verdad?

-¿Quién era?- pregunta la detective Lane con dolor.

-El intruso- respondo gateando hasta estar a su lado.

Antes de siquiera llegar a ella siento el charco de sangre. No va a sobrevivir, al tomarla en mis brazos su cuerpo ya está convulsionando.

-¿Hice todo lo que pude?- me pregunta entre jadeos.

No es justo, por favor, solo estaba haciendo su trabajo.

-Kara estaría más que satisfecha con tu servicio.

Ella se acurruca en mi pecho.

-Tengo frío- murmura.

-Estaré aquí hasta que te duermas.

-No voy a despertar.

Lucy sabe que va morir, yo lo sé y todo lo que puedo ofrecerle es un abrazo en la oscuridad.

-E-el día que me ascendieron y obtuve este trabajo, fue el mismo día que las conocí- lo recuerdo-. El MI6 había aceptado a la señora Danvers, pero a cambio de borrar todo su historial criminal ella debía servir al país, además de que L-Corp debía proporcionar información cuando fuera requerido. Yo le ayudé a desarticular su propio imperio- se detiene por la sangre acumulada en su garganta escapando de su boca.

Entiendo que esto sea lo último que quiera recordar.

-Limpié las calles como ningún otro y la Reina me invitó a tomar el té para felicitarme por mi nombramiento como nueva comisionada de policía- las lágrimas comienzan a salir de sus ojos, empujando los jadeos entre palabras-. Estaba temblando dentro mi propia piel y al cruzar las puertas, ahí estaba ella, bromeando con la reina mientras bebían té y comían pastelillos, la señora Danvers me sonrió. Su sola presencia hizo explotar mi corazón más que su majestad invitándome a sentarme.

Pesadilla postmortem: Caso Danvers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora