¿Qué tal cuando nos conocimos?

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Un capítulo mas de esta historia.

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Los guardaespaldas bajarían por la puerta del otro lado al final del tunel y nos encontraríamos en el medio. No podemos bajar todos, pues los pasillos son estrechos, no caben dos personas al mismo tiempo.

Al frente de mi va la detective Lane con su arma y su linterna mientras yo observó el mapa, detrás de mi va Sawyer y al último Clark.

Los primeros metros de lúgubre oscuridad no me producen ningún tipo de inquietud, he estado en lugares más oscuros, aunque siempre fue de la mano de mi esposa. Yo sabía que por más grande que fuera el peligro, que por más desesperada que fuera la situación, su sola presencia me mantendría a salvo. Sé que ella no fue sorprendida, si alguien quiso matarla Kara debió haber puesto todo de si y no fue suficiente, pero si realmente se dió el lujo de caer, es porque confiaba en mí para seguir por nuestro hijo.

-Veo a los demás- dice Lane, y si, a lo lejos en el pasillo se ven las pequeñas luces de las linternas de nuestros guardias.

-¿Qué se supone estamos buscando?- pregunta Sawyer.

-No lo sé- contesto intentando ver el mapa con la linterna de mi teléfono-. En el siguiente pasillo una vuelta a la izquierda.

Lucy sigue mi orden, guiándonos hacia la izquierda, sin embargo, antes de adentrarnos en el oscuro y estrecho pasillo auxiliar escuchamos varios gritos.

"¡¿Qué es eso?!" "¡Mátalo!" "¡Ayuda!" 

Los guardias empiezan a disparar.

-¡Cúbranse!- ordena la detective.

Ella me jala hacia el pasillo de la izquierda mientras la oficial Sawyer y Clark se esconden en el de la derecha.

-¡Aaaaaaaaaaaaaah!

Los guardias siguen disparando, sus gritos corren por las entrañas de este laberinto, sonos y desperados, me cubro los oidos mientras balas perdidas revienta contra las paredes de ladrillo.

-¡¿Qué sucede?!- pregunta la ofial sobre el ruido.

-No lo sé Maggie- responde la detective-. Señora Danvers, déjeme ver ese mapa.

Lo toma mientras yo le alumbro, a lo lejos los gritos cada vez son menos.

-¡Sawyer, junto a ti hay una entrada! Sigue recto sin detenerte hasta topar con pared, llegarás a otro pasillo, giras a la derecha y saldrás detrás de ellos ¡Solo sigue hasta que no haya otra opción que salir a la derecha!

-¡Entendido, venga conmigo señor Kent!

Los vemos desaparecer por la entrada y Lucy toma mi mano.

-Guarda el mapa y quédate detrás mi, hay un pasadizo parecido en el siguiente pasillo, pero debemos ponernos en el camino de las balas.

Asiento y la sigo, Lane me indica cuando debo replegarme hacia la pared o cuando agacharnos. El pasillo está quedándose inquietantemente silencioso, al fondo se ven algunas lámparas tiradas en el suelo, bultos que deseo de todo corazón no sean cadáveres. Al llegar al siguiente pasillo ya no se escucha ni un solo ruido.

-Vamos al pasadizo.

Veo a Lane internarse en la entrada, sin embargo, no puedo alcanzarla, algo me sostiene firmemente del cuerpo y también cubre mi boca. Con pánico veo como me alejan de la entrada.

-¿Señora Danvers? ¡Señora Danvers!

Escucho a Lane gritar mi nombre, pero no puedo ver nada, lejos de las linternas ni siquiera puedes ver tu mano frente a tus ojos. Muerta de miedo soy arrastrada por esta fuerza invisible, la desorientación me impide saber por cuánto tiempo y en qué dirección, hasta que soy azotada contra una pared, mi rostro es empujado contra los ladrillos. Manos ajenas empiezan registrarme, restregándose contra mi cuerpo, abriendo mi blusa, mis pantalones, ni un solo bolsillo queda sin registrar.

Pesadilla postmortem: Caso Danvers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora