(Denle amor al cap, porfis) <3 se les ama.
La Grenouillere - Pierre Auguste Renoir
ANTES
—Iremos a la cárcel.
¿Iremos a la cárcel?
¡No, no, no!
Aaaaah...
Lune hace una mueca.
—Claro que no.
—Claro que sí—sostengo mi cabeza entre mis manos, suspirando. La brisa fantasmal entrando por la ventana del salón, sin poder alejar los pensamientos suicidas de la rubia a mi lado—. Lune, creí que la experiencia de hace unos meses te había servido de algo, ¡no para que te alentaras a seguir siendo una criminal!
Ella resopla, como si los problemas de antes no hubiesen sido nada. Claro, como no estuvo en una celda...
—Son solo entradas y...
— ¡Las robaste, así como así!
Lune le resta importancia encogiéndose de hombros, mirando cualquier otro punto que no sea yo.
Vaya, fantástico.
— ¡Te juro que no fue mi intención! ¡Fue... fue un error!
—Ya. ¿Y no pensaste robar algo más?—Me cruzo de brazos, inevitablemente intrigada por este suceso. Ella se muerde los labios, aún sin mirarme—. Suena algo extraño, joder, justo son dos entradas para ver la exposición de Gallante... ¿Segura que no lo planeaste?
Sus ojos oscuros y esas motitas azules me hacen suspirar, y no porque sean preciosos y extraños—aunque no puedo negarlo, lo son. Cada parte de esta mujer te hace delirar—, sino porque me está dando esa mirada.
Sí, ya saben.
Esa tan similar a la del gato con botas. Y para mi pesar, suele ser igual de persuasiva cuando quiere algo, en este caso, que la acompañe a la exposición porque hace mucho tiempo no sale a eventos o siquiera fuera de casa, la verdad.
Joder, mi punto débil.
Mi lado no-razonable me grita que tome las entradas. Después de todo, Gallante es uno de mis artistas favoritos. Cuando tenía quince, él salió a la luz con su nueva perspectiva de ver el mundo y caí rendida. Fui a su primera exposición con papá, y luego... Bueno, las cosas se complicaron.
Lune suelta un suspiro, levantándose. Casualmente necesita de todo el espacio de la sala para que no entrar en crisis ante sus explicaciones. Clavo mis ojos en ella, esperando que diga algo con lo cual pueda convencerme aunque estoy por caer, como siempre.
—En serio. Solo iba a tomar la carpeta con las partituras para... hacerle unos cuantos arreglos...—entrecierra los ojos, porque esa se ha vuelto una de sus costumbres, robarle al maestro Camden composiciones y agregar o quitar cosas. No se ha quejado. Aún—, no esperaba que dentro estuvieran las malditas entradas. Y ahora ni modo me le voy a acercar para devolvérselas.
—Puedes dejarlas en su escritorio.
—Se preguntará dónde está la carpeta.
—Pues dale la carpeta.
Ella niega enseguida.
Diosito, soy yo de nuevo... ¡Dame paciencia!
—No puedo, joder, no—inquiere, levantando las manos. Persuadirla de que hace mal ya no vale la pena—. Hace mucho tiempo no compongo algo, pero... quizás...
Aplasto los labios, sabiendo que cualquier cosa que diga me llevará directo a cagarla. Demonios. Lune lleva meses sin hacer una sola canción o sin tocar un instrumento, a duras penas sigue en el departamento de música y si está tomando las partituras, intentando algo...
— ¿Vas a devolver la carpeta después?
—Claro que sí, no valdría la pena arreglarlo con... eh, digo, pues, para el festival.
Ignoro su balbuceo y, girándome hacia ella, abro los ojos de golpe.
Mierda. Había olvidado por completo el festival de La Academia. Ella parece notarlo porque asiente, como diciendo: « Sí, lo sé, no queda nada. » Al momento caigo en cuenta de que no he pintado nada, y el proyecto está a la vuelta de la esquina... Mis calificaciones bajarían gravitacionalmente.
Pero... joder. No tengo opción.
No he sido capaz de pintar o dibujar algo lo suficientemente bueno desde...
—Alice... —contengo un suspiro, viendo que intenta tomarme de las manos. Oh, allá vamos—. Porfis, porfis, porfis.
Viéndola arrodillada, arruinando por completo la tranquilidad de mi alfombra, elevo una plegaria al cielo. No necesitaba que lo rogara así, ya estaba casi decidida a ir. Después de todo, es Gallante. ¡Gallante! Llevo tres años sin ver una de sus exposiciones, además, conseguir entradas es tan raro como encontrar a mi madre de buen humor.
— ¿Qué gano yo a cambio?
Eso parece ofenderla.
— ¿No te basta? Irías a una exposición de Gallante.
Entrecierro los ojos.
—Sería cómplice de un robo.
—Pero lo estarías disfrutando... quizás hasta olvides que lo robé y...
La fulmino con la mirada, dejándole saber que debe devolver todo. Puede que no sean las boletas, pero si deja un par de dulces, probablemente el maestro Camden no se moleste tanto, aunque lo más probable es que haya gastado una fortuna...
—Vale, sí, lo robé, pero a veces las cosas suceden por algo.
Me paso una mano por el cabello. Lo último que esperaba del día era esto, ni siquiera permití que Lune subiera a mi cuarto porque seguía siendo un completo desastre tras meses... y mi día no había sido del todo agradable, hasta ahora...
Vale, sí, con esto bastaría. Pero necesita una reprimenda.
—Tendré que acompañarte, Lune—señalo, viendo cómo empieza a aplaudir en celebración hasta que dije—: Pero tengo una condición.
Su cara me deja en claro que sabe dónde se metió.
Aunque debo ser sincera... yo tampoco tenía ni la menor idea.
***
No me aguanté. Tenía que subir esta primera partecita. La verdad es que por mí subiría ya incluso el primer cap, pero necesito dejarles con ganas de leer, que llegue más gente, je.
Ahora... Alice, nuestra querida Alice de nuevo mostrando su vida a través de páginas. ¿No es maravilloso?
¿Qué le preguntarían a Alice, de tenerla frente a ustedes?
¿Personaje que quieren ver aquí?
Nos vemos prontito con el siguiente cap. <3
Les quiere, Nat.
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Los colores de Alice
Teen Fiction«Déjame ver el mundo a través de tus ojos. » CONTINUACIÓN DE ÚLTIMA PARADA.