Cómo tratar a tu novio.

8. Hablando con la directora...

CAPITULO 8

Hablando con la directora...

De: Uriel(El niño del Kinder)

Asunto: ¡¿Una chica que ama las matemáticas?! ¡Pensé que eran un mito!

Hola Avery, te confieso que no tengo idea ni de como estoy escribiendo esto, de verdad, sigo tan nervioso que siento que mis manos se resbalan por las teclas del teclado temblando como gelatina... Como sabes esta fue mi primera cita, y no pudo haber resultado mejor.

He escuchado tantas cosas, mitos y hasta leyendas urbanas sobre las citas que te juro que pensé que tener una era el reto más grande del mundo, pero la verdad es que es todo lo contrario, lo pasé genial, pude comportarme simplemente tal y como soy, pude ser totalmente autentico en todo momento.

Admito que cuando entré en la cafetería mi mirada se perdió en la nada buscando alguna chica, entonces vi a Alicia sentada en una mesa leyendo un libro, era la única chica adolescente del lugar y yo descarté la idea de que semejante chica fuera mi cita, así que continué buscando como loco quien sería mi cita, hasta que ella se puso de pie y se acercó a mi para saludarme... ¡Alicia, la niña más linda me estaba saludando!

Nunca me iba a imaginar que mi primera cita la viviría con ella, con una chica así de linda e inteligente, digo, es la editora del periódico escolar y todo, y amo cada uno de los comentarios que hace en el mismo; su sonrisa es increíblemente dulce y aunque en un inicio las cosas fueron un poco pesadas entre los dos, en poco tiempo los temas de conversación fueron llenando todo el espacio y ya no había nada que nos hiciera callar.

La acompañé a su casa y le di un abrazo antes de decirle adiós, pude oler el perfume de su cabello que parece ser un delicioso olor a naranjas o limón, me alejé de ella sintiendo como mi cara se calentaba y se ponía roja, no lo pude evitar, pero espero que no lo haya notado, a de ser un acto demasiado patético viniendo de un chico.

Todo en la cita fue extraordinario, aunque claro el mejor momento fue cuando hablamos de ecuaciones matemáticas, ¡De lujo!

Solo me resta darte las gracias y espero volver a salir muy pronto con Alicia.

Me quedé observando la pantalla con una sonrisa en mi cara, la sensación de hacer felices a los demás me causaba una alegría que no era capaz de ocultar.

Les contesté los mensajes y cerré mi laptop para quedarme dormida sin pensarlo dos veces.

***

—Gracias por haber venido por mi —dije y abracé a Demi para luego caminar hasta su carro.

Era una mañana fría, y la brisa azotaba fuerte sobre nosotros con una fuerza que casi levantaba la horrible falda de mi uniforme y agitaba mi cabello arruinando todo el esfuerzo que había realizado frente al espejo hace unas horas en el baño.

—Sí, sí, no agradezcas, todo sea por salvarte de Said y sus comentarios tan repetitivos.

—Mas bien creo que lo salvas a él. —Entramos en el auto—. Créeme, yo no hago de su vida un paraíso que digamos —sonreí y me puse el cinturón, Demi comenzó a conducir y puso algo de música en la radio.

—Créeme que lo sé Avery, he estado atado a ti desde hace tantos años que ya me he acostumbrado a tenerte merodeando en mi vida.

—Admite que no puedes vivir sin mi, en serio, digo, ¿Que sería de tu vida si yo no existiera?