7. Alicia y Uriel.

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(Capitulo dedicado especialmente a mi Cami bella, gracias hermanita casi gémela de otra madre por leer mi historia y amar a Avery, de verdad que sí, te quiero ♥)

CAPITULO 7
Alicia y Uriel

—¿Puedes bajar el volumen? —me exigió mi hermano mientras esperábamos impacientemente a que el semáforo cambiara a verde para seguir en nuestro camino a la escuela.

—¡No molestes Said! —exclamé y dejé la música en la radio con el mismo volumen que tenia.

—¡Consigue tu propio auto Avery! Me tienes harto.

Ignoré lo que decía y continué moviendo mi cabeza al compás de la música ruidosa, realmente nunca había escuchado esa canción, apenas y me gustaba el ritmo pero ver la cara de Said tornándose roja de enojo me daba cierta satisfacción. Una sonrisa malvada nació en mi cara como las sonrisas de los niños cuando hacen sus travesuras.

—Más te vale que consigas un trabajo Avery. —Nos bajamos del auto y él se fue con sus amigos estudiosos y pedantes y yo continué mi camino hasta mi casillero para encontrarme con Demian.

Él estaba de espaldas charlando con alguien que aún no podía distinguir, no hasta que estuve un poco más cerca y pude ver sus ojos marrones su piel bronceada y su cabello rizado y marrón, la estúpida de Jamila parada allí charlando con mi mejor amigo.

—Buenos días Avy. —Me saludó Demi y pasó su brazo por encima de mi hombro para abrazarme.

—Buenos días... —pronuncié cortante y me separé bruscamente del abrazo de Demian para arreglar las cosas en mi casillero.

—Hablamos luego Demi... —susurró Jamila y se alejó de nosotros para volar a saludar a Reagan en la entrada.

—¿Es en serio? ¿Ni si quiera pretenden dirigirse la palabra cordialmente? —Demian cerró la puerta de mi casillero obligándome a mirarlo, sus ojos azules estaban repletos de enojo comprimido, esa mirada que siempre me da cuando hago algo mal.

—Ella tampoco me habló a mi.

—Tú fuiste quien llegó, debiste de haberle dicho al menos hola.

—¡Te odio! —dije en tono de broma y comencé a caminar hasta el aula—. ¿Porqué diablos tienes siempre la razón?

—¿Porqué soy genial? —se rió haciendo que parecían sus enormes hoyuelos en su cara. Cuando eramos niños me gustaba meter mi dedo meñique dentro de ellos y hundirlos allí, no sé, era divertido.... ¿Raro no?

—Sí claro... —Tomamos asiento en nuestros lugares habituales y los demás alumnos comenzaban a hacer lo mismo a esperas del maestro de ciencias de la naturaleza.

—Lo admito, estoy siendo solo un poco infantil en cuanto al tema de Jamila, pero ella fue quien hizo su elección.

—¿Podrías al menos decirle hola ahora que venga a tomar su lugar en "nuestro" espacio? —Hizo especial énfasis en "Nuestro" ya que así es como habíamos nombrado a esta parte del salón, nuestro espacio.

—Bien, bien, lo haré. —Me resigné a aceptar lo que decía, en parte tenia razón.

Reagan, Caleb y los demás niños oro hicieron su entrada triunfal al aula para tomar sus asientos en la parte de atrás.... Jamila los siguió pasando de largo por "nuestro lugar" lugar que desde ahora no sería más de ella, no se lo merecía por haberlo abandonado.

Le di una mirada a Demian en forma de "Es una perra que se deja influenciar por la reina de la perrera" bueno, está bien, a lo mejor mi mirada no era tan especifica pero al menos le hizo entender a Demi que este, ya no era más el lugar de Jamila, por mucho que me duela aceptarlo.

Cómo tratar a tu novio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora