Delilah, joven estudiante de psicología, no está en busca de amor. Sólo quiere centrarse en sus estudios y terminar su proyecto final de psicología hasta que conoce a Kepa Arribalazaga, joven español que está cayendo profundamente en una depresión d...
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El partido no fue como Delilah lo había esperado. Estaban perdiendo un 3-0 y los fans irritados estaban comenzado a molestarle más que las patadas del nuevo novio de Gina. Ni siquiera los niños insoportables que siempre solía tener detrás en los aviones le molestaba tanto. Hasta los futbolistas se veían muy enojados con el partido incluso se podía decir que más de lo normal. Muchas veces Delilah se había dado cuenta de que algunos compañeros parecían que insultaban a su portero. Al final del partido los fans se largaron muy rápido y enojados mientras que ella se quedó con Gina en las gradas.
- Que mala suerte. Mi primer partido y pierden..- dijo Delilah mirando como se iban los futbolistas algo angustiada. Otra vez pudo a notar al portero que esta vez llevaba una cara de lástima.
- te dije que el portero es malisimo - se burló Gina y los dos rubios se rieron con ella. A Delilah esto no le causó nada de gracias por otro lado la hizo enojar.
Los cuatro se levantaron de las gradas y buscaron la salida. Cuando todos estaban adentro del local Delilah sintió como alguien apretó uno de sus brazos y la agarró. Se asustó un poco hasta que se dio cuenta de que se trataba de Gina. Gina la jalo y la detuvo aparte con una extraña gran sonrisa. Delilah la miró confundida.
- nada más quería decirte que Frank y yo iremos a comer helado ¡será como una cita! Eso significa que te veré luego en tu casa ¿de acuerdo? - dijo dejando a Delilah boquiabierta. La dejo bastante sorprendida.
- Supongo que esta bien...¿pero no creen que van muy rápido? - Gina la ignoró de nuevo. - bien...-
Así Delilah trato de salir del estadio ella sola. Se perdió tres veces y tuvo que pedirle ayuda a algunos fans que se encontró por el camino para poder irse. Cuando salió ya estaba algo oscuro y su estómago comenzó a sonarle. Estaba pensando en ir a comer algo de pasta, pero cuando iba caminando al estacionamiento escucho un sonido peculiar que venía de una esquina del lugar. Allá en donde estaba algo oscuro se escuchaba un llanto masculino. Delilah quería seguir, tenía mucha hambre, pero aquel llanto era completamente desgarrador y si se iba sabía que no dormiría en paz sabiendo que no había ayudado a la persona. Podía estar pasandole cualquier cosa. Tímidamente se acercó con cara de preocupación y entonces ahí pudo verlo.
Un hombre de cabello café lloraba con la cabeza entre las rodillas que le temblaban bastante. Delilah lo reconoció de inmediato. Era el portero del Chelsea.
- Hi?...are you okay? - preguntó arrodillandose con mucho cuidado. No sabía que idioma podía hablar así que decidió hablarle inglés. Suponía que ese era el idioma que él también hablaba.
El muchacho alzó la cabeza y se quedó helado viéndola.
- también habló español...- dijo. Debió notar el fuerte acento de Delilah en aquella frase.
Delilah asintió y de inmediato se dio cuenta de que tenía una llamada en el teléfono y que le habían colgado. Eso le hizo creer que lo que le había hecho llorar era algo sobre esa llamada. Tal vez era algo privado así que decidió mejor no preguntarle. No quería hacerlo sentir incómodo.
