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Después de aquel horrible día, Delilah se acostó a dormir tranquilamente

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Después de aquel horrible día, Delilah se acostó a dormir tranquilamente. Era ya sábado y no había sabido de Kepa durante toda la semana. Se había olvidado de todo lo que había pasado con él y se sentía ahora mucho más relajada. Gina había conseguido un apartamento a dos habitaciones de ella y aunque pasara la mitad del día en el suyo al menos dormía en otra parte y no tenía que escuchar sus ronquidos de cocodrilo. No tenía universidad porque había cogido unos días de descanso así que estaba mejor que nunca. Pensaba en dar una vuelta en bicicleta esa tarde y luego ir a comer en uno de sus restaurantes brasileños favoritos con tan solo la compañía del viento, pero eso no era lo que iba a terminar haciendo. De repente su teléfono comenzó a sonar. Delilah se volteó para el otro lado y vio que eran tan solo las ocho de la mañana ¿quién podría ser?. Con los ojos achinados agarró el teléfono que aún sonaba y vio que venía del número de Kepa. Quedo totalmente petrificada, pero respondió sin dudarlo.

— ¿Hola? — contestó para luego bostezar.

— hola — recibió de la otra línea del teléfono. — Soy Kepa...—

— ah, Hola Kepa...— Delilah fingió no saber que era su número. — ¿qué te ha hecho llamarme a estas horas? —

Delilah se sentó en la cama mientras le temblaba la mano con la que sostenía el teléfono. No sabía porque, pero se sentía nerviosa hablando con Kepa de nuevo.

— Me he sentido muy culpable y si te soy sincero he estado durmiendo mucho menos después de como te trate. Creo que debí disculparme desde un principio...— dijo y Delilah pudo notar un pequeño taco en su voz que le pareció algo tierno.

— No te preocupes, yo no debí meterme en tus cosas..— suspiro.

Los dos se quedaron en silencio. Fue una situación bastante incomoda. Kepa no sabía que decir ni Delilah tampoco. Delilah tenía ganas de colgarle, pero le daba mucha pena hacerlo así que trato de continuar la conversación.

— entonces...¿eso era todo lo que querías decirme o había otra cosa? — preguntó. Delilah no creía que Kepa mencionara nada más, pero se equivoco.

— pues había...había algo que quería preguntarte— dijo.

A Delilah se le erizo la piel.

— me gustaría saber si podíamos juntarnos para...lo que tú habías dicho....este conversar acerca de mi salud pues...mi salud mental — continuó Kepa con un taco en la garganta otra vez.

Delilah miro el calendario. No tenía muchos deberes, ya casi terminaba la universidad y además de Gina no tenía a nadie más. Nadie la invitaba a salir ni hablaban con ella así que tenía el tiempo libre para él. Le había mentido a Gina asi que no habría problema si veía a Kepa en la casa porque como había dicho pues pensaría que estaba allí por el proyecto.

— estoy disponible todo este tiempo, puedes venir cuando quieras — sonrío.

— ¿mañana te parece bien? No tengo entrenamiento y se acerca un partido importante así que quiero estar...¿tranquilo? —

𝐈'𝐥𝐥 𝐡𝐞𝐥𝐩 𝐲𝐨𝐮 | Kepa Arrizabalaga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora