CAPÍTULO II

17.7K 1K 704
                                    

Desde aquella vez que llevaron al peli burdeos a la sede de los cazadores, éste había logrado captar la atención de Kyojuro.

En primer lugar por la historia que contó, aunque era una no muy creíble y favorable según la perspectiva del pilar, y en segundo lugar por el gran cabezazo que le dio al pilar del viento con facilidad. Estaba fascinado con ello, así que estaba decidido en hacerlo su Tsuguko.

Tres días después de haber tenido la reunión de pilares, se encaminó a la finca mariposa con la intención de hablar con Kamado, y con suerte pudo hacerlo.

—¡Recuerda no esforzarte mucho Kamado-Kun! —Gritaba Kochō al ver a ambos alejarse. Sabía lo exigente que podía llegar a ser Rengoku, y aunque nunca antes había entrenado a alguien, tenía miedo.

—Disculpe, ¿A dónde vamos? —Preguntó Tanjiro algo temeroso. Después de todo no conocía al pilar, y que de un día para otro se lo llevara así era extraño.

—No te preocupes, no te voy a secuestrar, nos dirigimos al patio de la finca ¡Te voy a entrenar para que seas el próximo pilar de la llama!

—Pero yo-

—¡Nada de peros! Ahora apresura tu andar, ¡firme muchacho!

Tanjiro se tenso por un momento, pero tras escuchar la risa del pilar pudo relajarse. Rengoku no emitía ninguna mala intención, y su olor mostraba confianza, era una buena persona.

Al llegar al patio trasero lo primero que hizo el mayor fue cargar al Kamado sosteniéndolo de su cintura —¿Qué es esto? ¡Debes comer más joven Mizugochi!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al llegar al patio trasero lo primero que hizo el mayor fue cargar al Kamado sosteniéndolo de su cintura —¿Qué es esto? ¡Debes comer más joven Mizugochi!

—¿Qué? Pero yo no-

—¡Nada de peros! —Interrumpió bajando al menor de sus brazos. Dirigió sus manos a los ojos de Tanjiro para abrirlos exageradamente y empezó a observarlos. —¡Hmm! ¡Tus ojos tienen un color muy bonito! 

—Oh... Muchas gra-eg

—Tu boca también se ve bien —Interrumpio abriendo la boca del chico — ¡pero tu mandíbula ésta dañada! —Agregó e hizo que éste se atragantara con su propia saliva al soltarlo.

Tras darle un momento para que se recuperara, lo tomó suavemente de su cintura, y se acercó peligrosamente a él para empezar a oler su cuello. —¡Medicina de Kocho!

Tanjiro estaba demasiado incómodo, sabía que el pilar no estaba haciendo eso para molestarlo, pero realmente sentía que sería devorado en cualquier momento.

Los entrenamientos empezaron a partir de ese momento, y los días en adelante también, desde las seis de la mañana Tanjiro se levantaba y se dirigía al patio trasero de la finca, que era el lugar dónde entrenaban en esos momentos.

Con espadas de madera fue aprendiendo las posturas que le enseñaba Rengoku, y también pudo tener pequeñas luchas con él. Al principio le fue algo difícil al no estar recuperado por completo, pero Rengoku lo comprendía. Pasado ya más de dies días, Tanjiro fue practicando su resistencia en los pocos arboles que había alli, corriendo de un lado a otro usándolos cómo un obstáculo. También era una forma de probar su rapidez pero su cuerpo no pudo continuar tras haber dado 60 vueltas allí, y cayó inconsciente.

°«Un Nuevo Entrenamiento»° [ KyoTan ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora