°«Un Nuevo Entrenamiento»° [ KyoTan ]

CAPÍTULO XII

Se sentía incómodo.

Estaba haciendo un mal tercio.

Kyojuro lo había llamado para sentarse a su lado, sí, pero no le habia dirigido la palabra hasta ahora. Sólo se la pasaba hablando y riendo con Shinobu, haciendo sentir mal al peliburdeos.

—¡Que vivan los novios! — Gritó cierta chica tras Uzui con Zenitsu unir sus labios en un beso sellando su amor y todos empezaron a aplaudir alegremente. Rengoku se levantó de su asiento dando un fuerte silbido y Shinobu se aferró a su brazo alegre. Tanjiro dio unos cuántos aplausos tratando de seguirle el paso a los demás, pero ni bien acabó se fue a un lugar más apartado.

«¿Por qué me siento así?» «¿Porqué mi cuerpo siente algo que no debe? Odio esto» Se repetía a si mismo, mientras se dejaba caer en el suelo. «No quiero sentir esto» Dijo una vez más, escondiendo su rostro entre sus piernas y rodeandolas con sus brazos.

—¡Joven Kamado! ¿Porqué te fuiste? — Pregunta el pilar de la llama apareciendo derrepente al costado del chico. Tanjiro se sobresalta y levanta su rostro asustado.

—R-Rengoku-San yo... Simplemente quería estar sólo un rato —Responde sonriendo.

—Oh bueno, entonces... —Se coloca en una mejor posición al lado del menor, y hace que éste cayera echado en el suelo. Toma suavemente de su cintura para juntarse con él, y une sus labios en un movimiento inesperado. Tanjiro abre los ojos sorprendido, eso lo había tomado desprevenido, pero no lo molestaba. Empezó a moverse al compás del mayor, y enrrollo sus brazos en su cuello, dejando que Rengoku tuviera el mando. No le interesaba otra cosa más que poder estar con él en ese momento.

Sus movimientos se hicieron cada vez más profundos, pero en cuanto pasaron unos cuantos minutos, Kamado empujó levemente a Rengoku para indicarle que no podía seguir, ya que el oxígeno se le había acabado. Odiaba al oxígeno por eso. —¡Has mejorado mi chico! ¡Entrenaremos en cuanto volvamos a la finca! — Grita sonriendo y levantándose de su encima.

—B-Bien... —Dice el menor algo jadeante, y levanta su cuerpo para mirar mejor al mayor dandole una sonrisa sincera y llena de ternura.

—Tambien... Joven Kamado... —Dice algo dudoso —Todo lo que haremos en el entrenamiento, sólo será entrenamiento, espero no lo estés tomando cómo algo personal, yo sólo quiero un sucesor. —Agrega alejándose de la habitación.

—...

—Bueno, me voy. Shinobu debe estar esperandome. —Dice sin mirarlo y desaparece de allí, dejando a Kamado con una vista borrosa. No se había dado cuenta. Ni siquiera el mismo chico, pero las palabras habían llegado fuertemente a su corazón, haciendo que lágrimas se acumularan en sus ojos: «Sólo quiero un sucesor»

¿Porqué dolía si para eso es que entrenaba?

—¿Y que le dijiste? — Pregunta la pilar insecto al ver a Rengoku regresar a su lugar.

—Que sólo quiero un sucesor, espero lo haya entendido.