12

2.2K 204 59
                                    

– ¿En qué estás pensando?

La voz de Wanda es suave, su mano reconfortante acaricia de arriba a abajo el brazo de Natasha mientras yacen una al lado de la otra en su cama en la cabaña en las montañas de Sokovia, simplemente mirándose una a otra. Wanda ya no está en su de bruja escarlata, solo lleva un simple suéter y unos jeans.

Han pasado unos días desde que Natasha se despidió de su hermana, la mayor parte de ese tiempo la pasó llorando y lamentándose, el dolor todavía la consume mientras una lágrima perdida cae sobre el puente de su nariz y le baja por un lado de la cara, y sorbe. Comienza a trazar patrones en la piel de Wanda justo por encima de su codo, contenta de que al menos tenga a alguien aquí con ella.

No le gusta estar sola con sus pensamientos.

– La extraño. Pero estoy agradecida de haber podido despedirme. – responde Natasha. Wanda traga saliva mientras le da un suave apretón al brazo de Natasha.

– Siento no haber podido darte más tiempo-

– No te atrevas, Wanda Maximoff. Esos pocos minutos son un regalo que atesoraré para siempre. Eres increíble, ¿lo sabías? –Natasha dice rápidamente, tratando de ignorar el rubor que inunda sus mejillas ante sus propias palabras mientras Wanda le sonríe suavemente y se inclina un poco más cerca de ella. Natasha le devuelve la sonrisa, la mano que hace cosquillas en la piel de Wanda se detiene por un breve momento mientras reflexiona sobre sus próximas palabras. 

– ¿Tú...? –hce una pausa, insegura de qué decir exactamente ahora, porque no quiere molestar a Wanda, pero ella simplemente observa alegremente como Natasha frunce el ceño y frunce los labios.– ¿Alguna vez deseaste poder traer de vuelta a Pietro y Visión? –pregunta suavemente. Wanda inhala bruscamente, y Natasha siente un arrepentimiento instantáneo inundarla por sus palabras, pero para su sorpresa, Wanda sonríe. 

– Ojalá pudiera traerlos a todos de vuelta. Sin embargo, así no es como funciona el mundo... A menos que sea lo que está destinado. –dice lentamente, eligiendo cada palabra con cuidado. Natasha la mira con asombro. 

Nunca ha sido una gran creyente de cosas así, pero la visión de su mundo se puso patas arriba en el momento en que conoció a los gemelos Maximoff, uno capaz de divertirse a velocidades desconocidas y otra capaz de manipular la mente y la materia...

– ¿De verdad crees en todo eso? ¿El destino y demás? –pregunta ella con voz ronca. Wanda se ríe de repente y niega con la cabeza.

– No, nunca lo he hecho. Nunca me pude imaginar un destino para Pietro que acabara en la muerte. Ni lo mismo para Visión, pero… –se apaga, sus ojos de repente se clavan en los de Natasha como un láser, pero Natasha se encuentra mirandola fijamente, incapaz de apartar la mirada mientras Wanda se lame los labios y asiente con la cabeza.

– Las cosas han cambiado. –dice evasivamente. Natasha arquea una ceja.

– Tan críptica como siempre, ¿eh? –bromea ella. Wanda se ríe en voz baja, pero se desvanece rápidamente cuando de repente mueve su mano por el brazo de Natasha hasta tocar su mano. Natasha no puede evitar sonreír ante la calidez de los dedos de Wanda mientras la bruja traza círculos en su palma con la punta de su dedo índice.

– Si pudieras ser devuelta a la vida permanentemente... ¿Te gustaría hacerlo? –pregunta Wanda de repente, lanzando a Natasha a esa situación, pero ella no duda con una respuesta. 

– No.

– ¿Lo dices en serio? –pregunta Wanda de inmediato. Natasha duda, los ojos muy abiertos mientras traga saliva antes de suspirar.

¿segunda oportunidad? - wandanat / scarletwidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora