7

4 0 0
                                    

El joven escritor acababa de salir de la típica entrevista posterior a cada una de sus obras sin embargo hay algo rodeando su cabeza una y otra vez.

Siempre lograba acostarse con cada una de las reporteras, enfermeras, doctoras, cocineras, asistentes, azafatas, incluso amas de casa cuando iba de visita a algún lugar, siempre lograba hacer lo que necesitaba e irse en el momento en que deseaba, cualquier mujer  u hombre que tuviese la edad suficiente para que le atraigan los hombres caía ante el y sin embargo había sufrido un buen rechazo a la mínima invitación de tomar un café.

No era un cita normal, no se trataba de una invitación a una desenfrenada sesión de sexo, sólo era un maldito café.

¿Acaso nisiquiera quiere compartir treinta desgraciados minutos con el? es imposible.

El primer impulso que vino a su cabeza desde luego es averiguar más sobre la persona que le acaba de humillar públicamente y que mejor que encargarselo al mejor de sus contactos, Hope, jamás le ha visto el rostro y sólo ha escuchado su voz distorsionada, aún así es en quien más confía después de el mismo.

Al llegar a su vehículo tomó de abajo del asiento del conductor un teléfono de modelo antiguo, ese que usa siempre que necesita hacer una llamada mínimamente ilegal, asegurándose de que sea poco probable de que alguien le rastree, normalmente no se piensa que alguien de alto nivel lleve consigo un celular obsoleto, ¿Verdad?

Aún sin pensarlo siquiera por un par de segundos, comenzó a marcar uno de los tantos números que sólo se encuentran en su mente.

-Hope, Tengo un trabajo simple para ti, pero hazlo a tu modo quiero todos los detalles que encuentres y los quiero para hoy mismo.

Inmediatamente una risa engreida con su típico modificador de voz atravesó los sentidos de jungkook, quien rápidamente entendió por que la persona que llamó se encontraba tan divertido.

-Se llama Taehyung, vive a aproximadamente quince minutos del lugar donde acaba de humillarte. ¿Ubicas los departamentos más viejos de la zona, aquellos en donde nadie quiere mudarse? Vive en el número 51, si quieres toda su vida en carpetita deposita 60 mil a mi cuenta antes de diez minutos.

Al escuchar el sonido característico de la llamada colgarse ahora es el escritor quien sonríe, el maldito siempre se da cuenta de que es lo que necesita.

-Eres un bastardo abusador, jamás me dejas nada barato -Suspiró encendiendo el auto y su celular habitual al mismo tiempo, preparando todo para transferir la suma que fue acordada, no puede darse el lujo de perder el tiempo-

Pero ahora sabe una pequeña cosa más de él, vive en un lugar simplemente jodido rodeado de tanto delincuente estuviese cómodo sin abarrotar el sitio.

Y a pesar de estar consciente por completo de sus acciones giró el volante hacia donde sabía que lo encontraría, no se detuvo a pensar en que de cualquier manera no veria más que una puerta cerrada y adornada con el numero 51 en su parte superior.

Al final aparcó su auto justo enfrente, dándose cuenta de que efectivamente no veía nada más que la fachada de un viejo edificio.

¿Que demonios hacía allí?

¿Por que está siendo un maldito psicópata y no le da privacidad a un hombre desconocido?

¿Su masculinidad es tan débil como para sentirse mal por ser rechazado una vez entre mil?

No, no es por eso, él es distinto, él debe ser la obra perfecta.

Por la noche no pudo dejar de leer una y otra vez cada detalle entregado a él en una muy ordenada carpeta negra.

No ha podido apartar su vista de cada una de las fotos colocadas allí, desde que era apenas un niño hasta el presente.

Ahora hay muchas respuestas para el mismo y su ego, sin embargo tiene aún más preguntas e impulsos son resolver.

Según Hope es muy probable, prácticamente tiene la seguridad de que Taehyung había sido abusado durante su infancia y adolescencia más de una vez.

Esto claro que significaba la razón perfecta para acabar con alguien lo más rápido posible, algún maldito había abusado de la persona que el debió tomar primero.

Las siguientes horas se dedicó a investigar por mano propia la vida de ese imbécil, no era necesario una búsqueda exhaustiva por lo que no habría que desperdiciar dinero en el.

A pesar de el mismo admitir que su mente y sus acciones son totalmente retorcidas y poco comunes, no pudo evitar enfurecerse con sus resultados, el abusador de Kim no era nadie más que su propio hermano.

Lo más notable en la historia del imbécil es su adorable y feliz matrimonio junto a su bella esposa, sus dos hijos y acompañado de su adorable amante que veía todos los días en un bar con poca luz.

Según sus cálculos el próximo encuentro entre ellos sería en un par de minutos así que estando decidido tomó su abrigo y salió en dirección a aquel lugar.

Para que todos sus planes salgan a la perfección debe respetar cada uno de los segundos y utilizarlos sabiamente, no quiere retrasarse o adelantarse.

La primer parte de su plan es simple, necesita que la pieza débil del juego traicione a quien debe destrozar.

La suerte y su intelecto se colocan totalmente de su lado pues llegó al bar en el momento exacto, ella está sentada esperando a su pareja, pero no por mucho tiempo pues el pelinero nota la descarada mirada de la dama, quien cruza la pierna ante su presencia.

Y con el mismo descaro se acerca a ella.

Ruega que lo rechace, si se trata de más de una mujer que lo rechace podría culparse a si mismo por perder su encanto y no a Taehyung por ser demasiado atrayente.

Interrumpiendo sus pensamientos sintió la mano de esta nueva mujer sobre su mano y rápidamente se dio cuenta de lo perdido que estaba, no fue rechazado esta vez.

-Sé que estás aquí esperando a alguien más, no podría ser más obvio, aunque... No si lo noté por el hecho de que no llevas sujetador o por lo corto de tu falda. -lleva ese encanto gatuno en su mirada, inclinandose para acercarse al hombro de la joven, donde posa su cabeza al mismo tiempo en que sujeta la mano de la jadeante joven hasta frotarla en toda la extensión de su entrepierna- Llamale y dile que no vas a verlo hoy.

Como si de un hechizo se tratase ella obedeció, sin tomarse la delicadeza de hacer una llamada sino sólo estirando sus dedos para enviar un mensaje excusandola.

-Yo vivo aquí cerca, ven a divertirte conmigo. -Sonrió de lado frotando aún su mano en el miembro del chico ahora por su cuenta-

-,Iremos a donde tu quieras -Dijo acariciando el largo de su cabello y depositando un suave beso en sus labios- pero te advierto que me encanta tener recuerdos de lo que hago -Señaló con la mirada el celular que previamente había dejado en la barra del lugar-

Obra maestra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora